Un equipo de investigación del INTA junto con la Universidad Nacional de San Luis, determinó la adaptabilidad de este cultivo a la zona agrícola del Valle de Conlara, al noreste de la provincia. Con buen potencial de adaptación y producción, el cultivo de algodón se perfila como alternativa productiva para la integración a la rotación agrícola tradicional de la zona.

En la Argentina, el cultivo de algodón -Gossypium hirsutum L.- se concentra principalmente en las provincias de Chaco, Santiago del Estero y Santa Fe. Gracias a una demanda cada vez mayor de este cultivo como materia prima para la industria textil, la alimentación animal, la fabricación de aceites comestibles, cosméticos y biocombustible, la producción de algodón se encuentra en constante crecimiento.

En la última década, en San Luis, el algodón se instaló como alternativa agrícola en el corredor Quines-Candelaria, al norte de la provincia. En este contexto, y con el objetivo de evaluar el comportamiento del cultivo bajo las condiciones edafo-climáticas del noreste de la provincia, en el Valle de Conlara, un equipo de investigación del INTA junto con la Universidad de San Luis, realizó ensayos de variedades de algodón en la campaña agrícola 2022/23.

Héctor Andrada -investigador de la Agencia de Extensión INTA Quines- explicó que, para el estudio, “las variedades evaluadas fueron Guazuncho 4 INTA BGRR, Porá 3 INTA BGRR y Guaraní INTA BGRR, toda genética desarrollada por INTA”, y agregó: “Se sembraron parcelas de 4 surcos a 0,525 m por 12 m de largo (25,2 m2), utilizando un diseño de bloques completos al azar, con cuatro repeticiones por cada tratamiento”.

El ensayo se llevó a cabo en el establecimiento demostrativo “Don Andrés” en un lote de maíz como cultivo antecesor y la densidad de la siembra fue de 10 semillas por metro lineal. Conducido en secano, durante todo el ciclo, el ensayo se mantuvo libre de malezas e insectos.

“Durante la etapa reproductiva, se realizaron 4 aplicaciones regulador de crecimiento, con la finalidad de controlar el crecimiento vegetativo y obtener menor distancia entre internodios y brotes laterales, logrando una planta más compacta y con la finalidad de obtener mayor cantidad de cápsulas maduras a cosecha”, explicitó Andrada.

Las parcelas se sembraron en dos fechas, y se tuvo en cuenta la maduración de las cápsulas. El material recolectado en las parcelas -fibra y semillas- fue procesado y los resultados analizados estadísticamente.
Por su parte, Belén Bravo -investigadora del Grupo Agricultura de la Estación Experimental San Luis de INTA- indicó: “En base al material cosechado se observa para la campaña agrícola 2022-23, el mejor comportamiento del cultivar Guaraní BGRR con un RTO medio de 1990,50 kg/ha (Rendimiento bruto) y 1353,50 kg/ha (Fibra + semilla), no presentando diferencias significativas (LSD Fisher, Alfa=0,05) sobre el resto de las variedades”.

“Los resultados obtenidos demuestran, en esta primera experiencia, que el cultivo de algodón tiene potencial de adaptación y producción en las condiciones edafo-climáticas de la zona”, sintetizó Marcelo Bongiovanni -docente investigador de la UNSL- y concluyó: “El ensayo representa una oportunidad para difundir el cultivo en la zona, utilizando variedades de ciclo corto, que combinan las ventajas de la biotecnología y los atributos del germoplasma del INTA”. Los resultados obtenidos demuestran, en esta primera experiencia, que el cultivo de algodón tiene potencial de adaptación y producción, en las condiciones edafo-climáticas de la zona.

El ensayo representa una oportunidad para difundir el cultivo en la zona, utilizando variedades de ciclo corto, que combinan las ventajas de la biotecnología y los atributos del germoplasma del INTA. Es de gran importancia la continuidad de estas experiencias, para generar datos del comportamiento del cultivo en la variabilidad de las sucesivas campañas agrícolas.

Fuente: INTA

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