El proyecto busca fortalecer el aprovechamiento responsable del bosque nativo en el suroeste santacruceño, con base técnica del INTA y respaldo del Consejo Agrario. El ingeniero Pablo Peri subraya que no se trata de deforestar, sino de generar valor en origen con planificación, manejo sustentable y participación local.

En el suroeste de la provincia de Santa Cruz, el proyecto de un aserradero móvil comienza a tomar forma como parte de una estrategia integral para potenciar el uso sustentable de los recursos forestales nativos. Así lo explicó el ingeniero Pablo Peri, coordinador nacional del Programa Forestal del INTA, en diálogo con Radio Provincia.


“El objetivo es acercar tecnología que permita agregar valor en origen y generar oportunidades de desarrollo para las comunidades locales”, señaló Peri, quien remarcó que la propuesta tiene un enfoque federal y responde a las necesidades concretas de las regiones más australes del país.

El aserradero móvil forma parte de una línea de trabajo que INTA impulsa junto con los gobiernos provinciales y municipales. “En Santa Cruz venimos trabajando desde hace tiempo con inventarios forestales, planes de manejo y ordenamiento del bosque nativo. Esta herramienta se inscribe dentro de esa mirada de aprovechamiento responsable”, explicó.

El ciclo que propone el INTA

Peri indicó que la Cuenca Carbonífera presenta condiciones propicias para implementar esta experiencia piloto: cuenta con superficie de bosque, actores locales con interés en desarrollar actividades forestales y necesidades concretas de madera para infraestructura, viviendas y otros usos comunitarios. Además, el aserradero móvil permitiría evitar los costos logísticos del traslado de materia prima a centros urbanos más distantes.

“Una máquina de estas características puede trasladarse a distintos puntos, procesar la madera en el lugar y facilitar tanto el abastecimiento como la capacitación de mano de obra local”, describió el especialista. La propuesta también contempla acompañamiento técnico, formación de operarios y articulación con instituciones educativas.

Desde el punto de vista ambiental, el uso del bosque nativo se basa en planes de manejo que establecen criterios de sustentabilidad. “No se trata de deforestar, sino de hacer un uso ordenado del recurso, respetando los tiempos de regeneración y promoviendo el uso múltiple del bosque”, subrayó Peri.


La iniciativa cuenta con apoyo del Consejo Agrario Provincial y podría replicarse en otras zonas con presencia de bosque nativo, como el noroeste santacruceño. El ingeniero destacó que este tipo de herramientas permiten visibilizar el potencial forestal de la región, muchas veces relegado frente a otros sectores productivos.

“El bosque puede ser un motor de desarrollo si se lo gestiona bien. Y para eso necesitamos políticas públicas que acompañen, inversión en tecnología y participación de las comunidades locales”, concluyó.

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