En las sociedades actuales vivimos cada día más atareados y apurados. Muchas veces perdemos de vista las cosas esenciales de la vida y nos alejamos de lo natural. Lo material, el trabajo y las cuentas se vuelven fácilmente nuestra principal preocupación. Pero hay quienes deciden romper con este estilo de vida y reencontrarse a sí mismos. Este es el caso de Nicasio Guridi, quien dejó todo para recorrer el mundo con su bicicleta, llevando consigo un mensaje de conservación para las generaciones futuras. El joven ciclista visitó Ushuaia y en diálogo con EL ROMPEHIELOS narró sus experiencias, vivencias y aprendizajes.

La ruta es larga y solitaria. La jornada es incierta, el horizonte lejano y la marcha lenta. Esta es la perspectiva del ciclista que se hace a la ruta. Deja todo atrás y se aventura al mundo con lo poco que puede llevar en sus alforjas. “No es fácil salir de la zona de confort, yo tenía todo cuando decidí salir a viajar en bicicleta” relata Nicasio “No me hacen feliz las cosas materiales. Lo difícil es desprenderse de la familia“. El joven viajero confiesa que es mucho a lo que se renuncia al emprender el largo camino, pero que la distancia y la austeridad enseñan a apreciar las cosas que damos por sentadas.

Un viaje de aprendizaje y descubrimiento

Muchas veces uno tiene a su familia a dos cuadras y pasan días sin que los vea y deja pasar el tiempo, total están cerca” reflexiona Nicasio. “Al salir a la ruta a enfrentarse con la vida uno gana infinita cantidad de cosas. Se da cuenta de cuánto vale una ducha caliente, un plato de comida, un pedazo de pan, el estar bien de salud… verdaderamente le he encontrado otro sentido a la vida“. El día que Nicasio descubrió que su estilo de vida no lo hacía feliz y que su cotidianeidad le impedía ver más allá, decidió dejar todo y hacerse a la ruta. “La idea surgió de mi interés por el contacto con la naturaleza. Entonces decidí salir a viajar en bici. No dependo de alguien para moverme y disfruto a cada instante de los paisajes, sus melodías y los diferentes aromas que me rodean” relata Nicasio.

El ritmo relajado y el lento avanzar le permitieron comprender y apreciar el valor de la vida “Te das cuenta de muchísimas cosas. Uno vino para dejar algo en este mundo

Un mensaje de conservación para las generaciones futuras

En su viaje Nicasio comenzó a preocuparse por el valor de las cosas que hoy damos por sentadas pero que en un futuro no muy lejano serán una gran preocupación. El agua potable es escasa en el mundo y son millones las personas que no cuentan con acceso regular a ella. En todos los rincones de la tierra se vive una creciente crisis del agua y lamentablemente los que disponemos de ella no llegamos a dimensionar la importancia de su cuidado.

Lamentablemente no somos conscientes de como desperdiciando agua siendo que en Argentina tenemos lugares donde no es potable. ¿Se puede creer esto? En Capital Federal y Gran Buenos Aires un importante porcentaje de la población compra agua envasada para el consumo

Nicasio piensa que mucha gente derrocha el agua por desconocimiento y falta de información. Es por ello que ha convertido el tema de la conservación y cuidado del agua en la principal causa de su travesía, dando charlas, difundiendo información y llevando el mensaje del cuidado del ambiente por cada lugar que recorre durante su trayecto.

Si quieres cambio verdadero, pues camina distinto

No todos vamos a dejar nuestros trabajos y pertenencias para salir a descubrir una nueva vida en las rutas y conocer en este viaje la importancia del ambiente y nuestro rol en su conservación. Pero podemos aprender de aventureros como Nicasio que se atreven a probar caminos diferentes y a compartir sus descubrimientos. Quizás no sea necesario un cambio radical, pero con pequeñas acciones podemos modificar nuestra forma de vida para hacerla más amigable con el ambiente, protegiendo sus recursos para las generaciones futuras, y al mismo tiempo, generando un entorno más saludable para nosotros y quienes nos rodean.

 

Abel Sberna

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