Con el acompañamiento del INTA y la Comisión Técnica Mixta de la represa hidroeléctrica de Salto Grande, 25 productores se dedican a la producción de especies de peces nativos del Río Uruguay. Conformaron una red de trabajo donde intercambian información relacionada con la actividad y el negocio piscícola.
Entre Ríos posee características naturales, como la calidad del agua subterránea y las temperaturas medias anuales, sumado a la capacidad de los suelos para retener agua y construir estanques, para el desarrollo de la piscicultura. Por esto, un equipo de especialistas del INTA y de la Comisión Técnica Mixta de la represa hidroeléctrica de Salto Grande (CTMSG), desde 2015 trabajan en el desarrollo de la actividad en la región. Así, 25 productores -de seis departamentos de la provincia- se dedican a la producción de especies de peces nativos del Río Uruguay, como pacú, boga y sábalo.
En el campo El Alambrado del INTA Concordia se emplaza la Estación de Acuicultura Salto Grande, un proyecto conjunto entre el INTA y la Comisión Técnica Mixta de la represa hidroeléctrica de Salto Grande. “La idea inicial del proyecto fue generar y compartir información productiva, económica y ambiental referida a la producción de especies de peces nativos del Rio Uruguay de interés comercial. Hoy el proyecto abarca no solo los aspectos productivos y económicos, sino que tiene un fuerte componente didáctico y un trabajo de extensión con productores para consolidar redes de trabajo”, explicó Juan Pablo Hegglin -especialista del INTA Concordia, Entre Ríos-.
Por su parte, Carlos Fuser – referente provincial en el marco del convenio INTA – Salto Grande- señaló que “en la mayoría de los casos la crianza se desarrolla en estanques de dos metros de profundidad construidos sobre tierra con una superficie de 300 a 500 metros cuadrados, a los que se incorpora aireación intermitente suministrada por turbinas eléctricas. Allí se puede producir hasta 1 kilo de pescado por metro cuadrado”. Y agregó: “En el caso de los estanques que tenemos en la Estación de Acuicultura Salto Grande -que tienen una superficie de 320 m2- producimos unas 250 piezas de 1,3 kg de peso final cada una”.
“La duración del ciclo productivo varía entre 9 y 16 meses”, explicó Fuser y detalló: “En el ciclo productivo de 9 meses de duración, la crianza se inicia con juveniles de 250 a 300 gramos y el periodo productivo va desde octubre a mayo y, en el segundo caso, la crianza se inicia con alevines de 5-10 gramos y se desarrolla desde enero del primer año hasta abril del segundo año.”
Camino a la consolidación de la piscicultura entrerriana
La existencia de la Estación Acuícola y las líneas de trabajo abordadas por el INTA y Salto Grande posibilitaron la difusión de la actividad y colaboraron para crear interés en estas formas de producción en la zona
Hernán Favre y Carlos Cabral, del criadero Pacú Pora de Villa Elisa, ciudad ubicada en el centro-este de Entre Ríos, manifestaron que el interés por la producción de peces surge por curiosidad y con la idea de producir un alimento sano, autóctono, sin alterar su ecosistema. “Por eso en abril de 2022 arrancamos a construir el primer estanque con información suministrada por los técnicos del INTA”, indicó Favre.
En relación con la experiencia productiva y la proyección de la actividad, Cabral indicó que “la etapa de producción fue buena, pero no relajada, logramos mantener la calidad del agua dentro de los parámetros óptimos; la etapa de cosecha fue muy trabajosa por la falta de experiencia, la faena fue todo un desafío, la proyección a 5 años es prometedora, aspiramos a cuadriplicar la capacidad productiva”.
Por su parte Mariano Arviza, piscicultor de Concepción del Uruguay, comentó: “Desde muy chico la actividad siempre fue de mi interés. Hace 3 años empecé trayendo alevines desde Misiones, durante la etapa constructiva no tuve complicaciones, crie los alevines y juveniles. He probado diferentes manejos del agua, desde estanques sin aireación hasta trabajar con simbiosis que es la preparación de fermento de cereales y bacterias nitrificantes que se incorporan a los estanques”.
Respecto a las etapas de faena, cosecha y comercialización, Arviza explicó que en el segundo año ha concretado ventas faenando en una pequeña planta municipal. La venta la realiza en un restaurante local y destaca que el producto ha tenido muy buena aceptación, sin problemas para la comercialización.
La fortaleza del trabajo interinstitucional
Hegglin destaca que “en las actividades del convenio INTA y la CTMSG no sólo abordamos la cuestión productiva de la piscicultura, sino que también, estamos trabajando junto a piscicultores y otros organismos afines en la consolidación de la REPER (red de piscicultores entrerrianos). Nuestro objetivo es elaborar un programa para el desarrollo para la piscicultura entrerriana a 10 años. Este trabajo es fundamental realizarlo junto a otros actores del sector, donde nos pongamos de acuerdo respecto a prioridades para convertir a la producción de peces en una nueva economía regional”.
En este sentido, Hegglin concluye: “Creemos que lo fundamental de nuestra estación es que es un espacio didáctico donde los interesados en comenzar con la actividad pueden tener información a través de visitas, cursos y otras metodologías de extensión rural, no solo del sistema productivo, sino también de aspectos relacionados con lo económico, comercial y lo ambiental. Además, buscamos articular a piscicultores, con proveedores, comerciantes, cocineros, pescadores artesanales, organismos estatales afines y decisores políticos para lograr que la piscicultura entrerriana se consolide”.
Los primeros jueves de cada mes de 9 a 12 hs se organizan visitas guiadas gratuitas por la Estación de Acuicultura Salto Grande, además se brinda asistencia técnica virtual para productores o personas interesadas en conocer los aspectos básicos para instalar un criadero de peces.
Fuente: INTA