El 6 de setiembre se celebra el Día Mundial de las Aves Playeras, un evento que se gestó para generar conciencia sobre la importancia de protegerlas y conservar sus rutas migratorias y hábitats. Las aves juegan un papel importante como indicadoras de cambios ambientales y, entre ellas, las playeras son uno de los grupos de aves más variados en forma y tamaño.
Cada año, organizaciones de todo el mundo celebnatran este Día realizando conteos de aves en los diferentes sitios. Estos conteos suelen durar varios días. La Red Hemisférica de Reservas para Aves Playeras (R.H:R.A.P.) lanzó este año un concurso por el que se podrá ganar un telescopio para el sitio que participe.
La Asociación Ambiente Sur participa activamente de esta propuesta por su compromiso con la conservación de las aves playeras. Los días específicos para las salidas de campo y observaciones de aves se realizarán entre el 3 y el 9 de setiembre, con la aplicación de los protocolos de distanciamiento social, en los tres estuarios santacruceños que reciben en sus costas aves playeras: de los ríos Santa Cruz y Chico, Coyle y Gallegos. Los conteos de aves se llevan a cabo de acuerdo a especificaciones metodológicas específicas y luego se vuelcan a la base de datos e-bird.
Nuestras playas son el hábitat natural de muchas de estas especies de aves, algunas de las cuales son residentes y se reproducen en la zona. Otras especies hacen aquí su escala durante sus increíbles migraciones anuales, cuando unen Tierra del Fuego con el ártico o viceversa, siendo además uno de los grupos de aves más amenazados.
Es posible, según la estación del año, avistar en nuestro estuario distintas especies de aves playeras, para quienes estos humedales son lugares de descanso y alimentación fundamentales para su supervivencia. Su presencia en las costas locales nos habla de la salud de nuestro ambiente. Entre ellas, encontramos al Playerito Rabadilla Blanca (Calidris fuscicollis), el Playero Trinador (Numenius phaeopus), la Becasa de Mar (Limosa haemastica), el Playero Rojizo (Calidris canutus rufa), el Ostrero Austral (Haematopus leucopodus), el Chorlito Doble Collar (Charadrius falklandicus), el Chorlito Ceniciento (Pluvianellus socialis)y el Macá Tobiano (Podiceps gallardoi).
Las aves playeras están adaptadas a las condiciones más extremas de la naturaleza pero, a pesar de esta capacidad de adaptarse a tales condiciones físicas extremas, estas aves no han logrado acomodarse a los cambios en sus hábitats inducidos por el ser humano a lo largo de sus viajes migratorios. A nivel mundial, seis especies de aves playeras se han extinguido desde el 1500, con otras ocho en peligro de extinción. Hoy, las aves playeras están experimentando uno de los descensos poblacionales más dramáticos de cualquier grupo de aves en todo el mundo.
La mayoría de las aves playeras se encuentran cerca del agua, pero varias especies prefieren hábitats lejos de la costa. Podemos encontrarlas en marismas intermareales como el estuario del río Gallegos, playas arenosas y costas rocosas hasta humedales de agua dulce, pastizales, campos arados y tierras agrícolas inundadas. Se alimentan principalmente de moluscos, pequeños crustáceos, gusanos marinos e insectos. Las aves playeras abarcan una variedad de tamaños, formas de picos y longitudes de patas, y cada especie está adaptada de forma única para acceder a sus alimentos preferidos en sus hábitats específicos.
Sitio de Importancia Internacional
El Estuario del río Gallegos fue declarado en 2005 como “Sitio de Importancia Internacional” para las aves playeras por la Red Hemisférica de Reservas para Aves Playeras (R.H.R.A.P.), que abarca 107 sitios en todo el continente americano. Este reconocimiento al ecosistema del río Gallegos se fundamentó en las investigaciones de científicos locales que acreditaron la enorme biodiversidad de aves playeras migratorias que usaban el estuario como sitio de descanso y alimentación en sus rutas migratorias del hemisferio norte al sur y viceversa, así como para otras aves migratorias patagónicas.
Asociación Ambiente Sur