Una investigación publicada por el diario Perfil confirma lo evidenciado por el trabajo periodístico de Alicia Panero y las denuncias realizadas por el Centro de Ex Combatientes Islas Malvinas de La Plata respecto de las tumbas del Cementerio de Darwin. El pedido de un diputado de Santa Fe se suma al reclamo por información concisa sobre la causa hacia el Poder Ejecutivo.

El periodista Facundo Barrio pudo recolectar los testimonios que hacían falta para confirmar las inconsistencias denunciadas en los papeles entregados a la Comisión Internacional de la Cruz Roja para llevar adelante la identificación de los cuerpos enterrados como NN en Malvinas.

María Mercedes Morales visitó el cementerio el 19 de noviembre de 1997. Su marido, caído en combate, no había sido identificado, por lo que le dijeron -según relata el diario Perfil en su nota- que pusiera las flores y la placa que llevaba el nombre de Héctor Walter Aguirre en una tumba al azar.

En 2009, María Soledad Aguirre, hija de María y Walter, hizo su propio viaje a las islas en busca de algún rastro de su padre. El cementerio había sido remodelado en 2004, como reconstruyó EL ROMPEHIELOS con el aporte de Eduardo Eurnekian por parte de la Comisión de Familiares de Caídos en Malvinas fundada por Héctor Omar Cisneros.

Esta vez, el nombre de Héctor Walter Aguirre sí figuraba en una lápida. Y no en una de madera, sino de mármol. Estaba en el sector norte (C) del cementerio, primera hilera, tumba número 10”, sentencia textual el medio nacional. Otro detalle que revela el medio es que, en ese mismo lugar, Aguirre compartía la fosa con otros caídos: los soldados Mario Ramón Luna, Julio Ricardo Sánchez y Luis Guillermo Sevilla en la misma placa de mármol.

La tumba colectiva C.1.10 de Darwin no fue analizada por los expertos forenses del CICR ,que se ocuparon únicamente de recolectar material genético de las tumbas con la inscripción “Soldado argentino sólo conocido por Dios”. En la misma Aguirre y sus demás compañeros de tumba asignada fueron pasados por alto. Perfil señala lo que se viene denunciando no solamente desde el CECIM La Plata, sino también lo denunciado por la periodista Alicia Panero e incluso una causa que fue presentada ante la Justicia Fueguina.

La lápida de la tumba C.1.10 está mal nominada. Los registros originales del cementerio indican que en esa fosa fueron sepultados como NN los restos de cuatro tripulantes de una aeronave hallados en Monte Kent, cerca de Puerto Argentino. Esa información concuerda con el caso de Sánchez, pero es inconsistente en los casos de Aguirre, Sevilla y Luna, quienes murieron a varios kilómetros de allí, durante un ataque inglés contra la Base Aérea Militar Cóndor cerca de Pradera del Ganso, en la zona de Darwin”.

Ernesto Alonso, secretario de Relaciones Institucionales del CECIM La Plata recordó que “desde 2011 iniciamos una causa para acompañar un grupo de familias, en principio era un grupo de alrededor de 8, 10 familias del Chaco, y luego la gran mayoría se sumaron al pedido de identificación. Es un proceso que lleva 35 años y muchas familias no sabe el destino final de sus seres queridos”.

En dialogo con EL ROMPEHIELOS, Alonso aseguró que aguardan que termine esta primera etapa en el proceso de identificación. “El concepto que nosotros tenemos es que esto va a terminar el día que identifiquemos a todos los que están sepultados en el cementerio argentino en Darwin, todos aquellos que murieron en las islas Malvinas. Sabemos que hay muchos que no vamos a poder identificar, como el caso Belgrano y los pilotos de los vuelos de la muerte”, resaltó Alonso.

Reclamo Legislativo

El pasado 3 de noviembre ingresó en la Cámara Baja un proyecto de resolución solicitando informes al Poder Ejecutivo sobre diversas cuestiones relacionadas con cinco tumbas situadas en el cementerio militar de Darwin, isla soledad, en las Islas Malvinas. El proyecto fue presentado por el diputado santafesino Alejandro Grandinetti, quien en sus fundamentos recuerda los trabajos realizados por la CICR en el Plan Proyecto Humanitario, firmado entre Argentina y Gran Bretaña en diciembre de 2016, “pero debe tenerse especialmente en cuenta que el acuerdo solo alcanza las tumbas cuya leyenda es ‘Soldado argentino solo conocido por Dios’ y, por ende, el Comité Internacional de la Cruz Roja estaba inhabilitado para identificar restos mortales en tumbas ya nominadas, es decir, que tuviesen placas identificatorias con el nombre y apellido”.

Grandinetti señala que el Comité Internacional de la Cruz Roja no investigó cinco tumbas que actualmente tienen placa identificatoria con sus nombres y apellidos, “pero que en los sendos informes del año 1983 del Coronel británico Geoffrey Cardozo y de la Cruz Roja Internacional, dichas tumbas eran de restos NN o estaban vacías”.

Las cinco tumbas señaladas por Grandinetti son la fosa Común C-1-10 (de la cual Perfil aporta el testimonio) y según la placa los inhumados son: Aguirre, Héctor Walter; Luna, Mario Ramón; Sevilla, Luis Guillermo; y Sánchez, Julio Ricardo. Además de la tumba A.4.1 y según la placa el inhumado es: Guerrero, Víctor Samuel. La Fosa Común B.4.16 que según la placa los inhumados son: De la Colina, Rodolfo Manuel; Falconier Juan José Ramón; Lotufo, Marcelo Pedro; Luna, Francisco Tomás; y Marizza, Guido Antonio. Además de las tumbas B.2.19 y A.1.7 donde figuran placas a nombre de Almaraz, Bernardino Benito y Ordóñez Ramón Edmundo, respectivamente.

No está claro, o lisa y llanamente no hay información ni documentación, o si la hay no es de público conocimiento, que permita entender cómo y cuándo esas cinco tumbas pasaron de ser NN o ‘vacías’ en 1983, a ser luego tumbas nominadas con placas identificatorias de los cuerpos o restos que allí estarían inhumados”, remarca el proyecto del diputado santafesino.

Grandinetti reclama además que “es importante que las Actas labradas con motivo de estos trabajos del año 2004 sean conocidas y de acceso público porque quizás permitirían entender por qué esas cinco tumbas que eran NN o ‘vacías’ en 1983, se transformaron luego en tumbas nominadas”.

El diputado resalta que es obligación del Estado Nacional “tutelar el derecho a la verdad, como política de Estado, porque siendo el Cementerio Militar Argentino de Darwin un Lugar Histórico Nacional (por Decreto 2131/2008 y posterior Ley 26498 del año 2009), donde además descansan Héroes Nacionales (según ley nacional 24950 del año 1998), consideramos que la información al respecto debe ser pública”.

Negación vigente

El diario Perfil avanzó además en consultar a María Fernanda Araujo, presidenta de la Comisión de Familiares Caídos en Malvinas, respecto del caso de la tumba C.1.10. “Cuando nosotros remodelamos el cementerio en 2004, lo único que hicimos fue cambiar las cruces y transcribir a lápidas de mármol los nombres que ya figuraban previamente en las tumbas. Habría que preguntarles a los kelpers y los ingleses” respondió Araujo ante la consulta, a lo que el periodista remarca que dicha versión “choca parcialmente con los recuerdos de María de las Mercedes Morales y Cristina Lera, quienes viajaron a Malvinas en 1997 y 1998, pero no encontraron los nombres de sus deudos en ninguna tumba”.

Alonso adelantó que se aguarda la tarea realizada por la CICR “entendiendo que está a la vista las inconsistencias que hay en ese cementerio” que surgen a partir de comparar el trabajo realizado en el 83. El vocero de la entidad señala sin miramientos a la Comisión de Familiares cuando se remodela el cementerio de Darwin: “tenemos muchas dudas y certezas de ciertos manejos que hicieron en la colocación de algunos nombres que no tienen ningún asidero con los trabajos que realizaron los británicos oportunamente”.

Perfil relata también que consultó al propio Geoffrey Cardozo, quien luego de la guerra fue enviado a Malvinas por el Reino Unido con la misión especial de organizar el cementerio de Darwin. “Entre fines de 1982 y principios de 1983, Cardozo confeccionó un minucioso listado en el que volcó una serie de informaciones que componen lo que se conoce como la ‘trazabilidad’ de los cadáveres que se habían encontrado”.

La información de la tumba C.1.10 que figura en el listado de Cardozo es precisa. Allí se enterraron restos NN hallados en Monte Kent y sepultados el 1º de septiembre de 1982. En la columna destinada a observaciones se agrega en inglés: “Otros tres tripulantes no identificados”. Es decir, restos de cuatro personas en total.

 

 

Pablo Riffo

 

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