Clarín – El hincha encaró hacia la entrada de la cancha como hace en la Argentina, pero dos encargados de la seguridad lo frenaron y le hicieron desplegar la bandera.

Pasaron dos cosas: se fijaron que no superara la medida máxima reglamentaria, 2 metros por 1,5. Y que no tuviera consignas políticas o leyendas “que fomenten el odio o la discriminación”.

¿Cómo lo hicieron, si esos dos rusos no saben español? La bandera extendida fue registrada por una cámara de seguridad en lo alto de un mástil, que envió la información a un centro de video, control y traducción de las palabras en español. Un auténtico VAR de las banderas.



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