Este jueves se llevó adelante la primera sesión legislativa del 2020 en Tierra del Fuego. En un contexto de pandemia mundial, las condiciones sin dudas fueron atípicas: tapabocas, distanciamiento social, sólo gente autorizada en el recinto y una transmisión en vivo para los interesados en seguir el tratamiento de la Ley –que finalmente se aprobó- de declaración de la Emergencia Económica, Fiscal, Financiera y Social en la provincia.
La legisladora provincial por el espacio FORJA, Mónica Acosta, participó este jueves de la primera sesión ordinaria llevada adelante este año en el edificio Almirante.
En el marco de la pandemia mundial por el COVID-19, la discusión parlamentaria estuvo centrada en el tratamiento de la Ley, que finalmente fue aprobada, para declarar la Emergencia Económica, Fiscal, Financiera y Social en la provincia y poner en marcha el Programa PROGRESO, que tiene como fin inyectar recursos al Banco de Tierra del Fuego, al Ministerio de la Producción y Ambiente, así como activar una batería de obras de infraestructura sanitaria en toda la provincia; y de esta manera impulsar la reactivación del sector privado.
EL ROMPEHIELOS dialogó con Acosta con quien analizó el proceso de trabajo llevado adelante para esta ley, sus alcances y la experiencia de sesionar en un contexto de Coronavirus.
Al respecto, la legisladora cuenta que “los cuatro legisladores que componemos el espacio de FORJA durante este período no descartamos la posibilidad de reunirnos con muchísimos sectores, en el marco de una emergencia que no es nueva y que desde el mes de Diciembre nos estuvo detallando la situación en la que se encontraban las finanzas de la provincia y una cantidad de temas en ejecución en donde muchos de nosotros estábamos esperando los resultados de la auditoría de la UBA –contratada por el ejecutivo provincial para analizar el estado de distintas áreas del Gobierno-y para saber objetivamente donde estábamos parados”.
Acosta asegura que en virtud de esto, “gran parte de las necesidades de presentar proyectos en el marco de una emergencia sanitaria que no tiene precedentes a nivel mundial y mucho menos provincial, tuvimos que alguna manera aguardar los tiempos del ejecutivo, donde se iban dando determinados DNU y a partir de los cuales se iban focalizando los efectos de la crisis. Gran parte de lo que iba quedando al descubierto era la necesidad de una herramienta o un argumento que le permita al ejecutivo abordar la emergencia administrativa, económica, fiscal y social para una etapa mucho más dura”.
En este sentido, afirma que “la ley que presenta el ejecutivo es una columna vertebral que viene, no para dar respuesta para los próximos años, sino en el marco de esta emergencia, poder atender al sector privado más postergado por la crisis, y que no se encuentra incluido en alguna de las anteriores normativas como son: pymes, comercios, monotributistas, cuentapropistas, cooperativas, mutuales, asociaciones e inclusive bomberos voluntarios y tantos otros actores. Ademas, deja abierta la posibilidad la atención a vecinos y vecinas trabajadores que quedaron desempleados”.
El Rompehielos: ¿Cree que esta Ley establece un balance entre el sector público y el privado en términos de las herramientas que el Estado está otorgando a la sociedad para hacer frente a la crisis?
Mónica Acosta: Creo que habrá gente que va a tratar de generar falsas grietas y dicotomías, que va contraponer gran parte de los acuerdos homologados como por ejemplo los acuerdos salariales, que están sujetos a la recaudación provincial, a los efectos de la coparticipación, o bien al nuevo pedido de asistencia financiera que acabamos de dotar al Ejecutivo para la toma de un empréstito de 3 mil millones ante el Gobierno nacional; si eso no va de la mano con las medidas que tomamos para incentivar y promover el privado, van a intentar contra ponerlo.
Nuestro arte en todo esto es que se logre en principio que no haya precariedades o asimetrías tan significativas de contraposición, porque obviamente los trabajadores que están en la administración pública y que están pasando muchas peripecias y muchas cuestiones, tienen un gran marco de estabilidad que el sector privado nunca lo tiene.
Pugnamos para que esa parte que no está en riesgo hoy con el tema de los salarios, se siga sosteniendo de manera equilibrada y que podamos de alguna manera apuntalar al sector privado para que vuelva a generar valor agregado.
Lo que se votó en términos de gravar una alícuota superior a la banca privada, la cual no ha acompañado en todo este proceso; va a generar un estimativo de casi 30 millones mensuales. Hay que destinar gran parte de estos recursos a esos sectores de la sociedad para que entre todos podamos salir ordenadamente de la cuarentena. De a poco tendremos que poner en valor el trabajo y los beneficios se repartirán en proporción de lo que nosotros entendemos que es una economía más equilibrada y más justa.
ER: ¿Considera que este proyecto es superador al presentado originalmente por el ejecutivo provincial?
MA: Creo que abrir el juego siempre es mucho más saludable aun en las disidencias. Lo que hay que decir es que la columna vertebral de lo que pedía el ejecutivo estaba orientada. Lo que vino a reglamentar de una forma más taxativa fue la producción de los que 15 legisladores en términos de que cada uno de nosotros somos actores sociales, políticos, y hasta económicos, y cuando eso se pone en discusión cada uno defiende con ahínco su lugar pero hay que equilibrar la balanza. Lo potencial de haber funcionado en plenario y que es una acción que no se desarrollaba desde el año 95, no es un tema menor.
Todo esto tiene que ver con esta etapa, con este gobierno, con estas reglas de juego, y con esta composición de Legislatura que hizo que después de muchísimos años volviera a tener relevancia la discusión plural, la enumeración de 5 fuerzas políticas dentro de una Cámara, la vuelta del protagonismo de muchos sectores del trabajo que no ingresaban a determinadas reuniones previo a la votación de una ley. Hay una cantidad de elementos que están absolutamente definidos en esta nueva gestión.
ER: El próximo proyecto a analizar es la creación de una empresa hidrocarburífera estatal, ¿Cómo continúa el trabajo de la Legislatura en este sentido?
MA: En los próximos días citaremos a comisión apostando al diálogo plural y más allá de las comisiones inherentes al tema, también vamos a entablar las reuniones pertinentes con el Secretario y el Subsecretario de Energía, con los interlocutores que han conformado el proyecto legislativo que son profesionales comprobados en la práctica con relación a la propuesta que solicitó el ejecutivo. Con lo cual, quienes han estado en la cuestión técnica y operativa estarán participando en esa comisión.
ER: Teniendo en cuenta que quedó a cargo de la presidencia de la Comisión 3 ¿Qué temas vinculados a la misma son de trascendencia para el bloque que representa?
MA: Hay dos cuestiones centrales en esa comisión que es que se discuta el proyecto de creación del área natural protegida Península Mitre y la otra es la reglamentación de la ley del agua. Son temas muy importantes y que hay que ponerlos en debate.
Un Capítulo no tan aparte: A un poco más de un año, Renacer retoma su producción
Acosta, es una de las parlamentarias que representa al sector gremial dentro de la legislatura fueguina. Referente de la Cooperativa de Trabajo Renacer de Ushuaia, asegura que en el trabajo de esta Ley, “siento la satisfacción de cada debate de cada fundamento que le pusimos a cada uno de los temas lo hicimos con el mayor respeto y responsabilidad y no perdiendo de vista que más allá de que hay cosas que no nos gustan o nos no hacen sentir cómodos, nuestro principal motor son los compañeros y compañeras que confían en uno”.
En este sentido nos cuenta que después de un poco más de año “es una satisfacción enorme que los compañeros de Renacer hayan aprobado su protocolo sanitario y que el lunes estén volviendo a la producción. Nada de lo que uno puede hacer vale, si los propios están sufriendo vicisitudes y padecimientos. Que puedan estar produciendo para sus clientes en los próximos días no es poca cosa, porque la mayor parte de los compañeros quiere vivir de lo que cobra, más allá de las asistencias económicas”.
“Nada de lo que yo haga puede valer la pena si como contrapartida los compañeros no tienen trabajo” asegura Acosta y agrega que “más allá de mi rol como legisladora de toda la provincia, este es el punta pié inicial que yo pretendo para todas las fábricas que están en esta caída”.
