Mientras el calendario recién marca otoño, la estepa patagónica recibió su primer manto de nieve. En Santa Cruz, las rutas cubiertas de blanco regalan una belleza hipnótica, pero también un recordatorio urgente: manejar en estas condiciones exige precaución, respeto por el entorno y sentido común.
Una nevada temprana sorprendió a buena parte del territorio santacruceño. La imagen es hermosa y conocida: las bardas cubiertas, los arbustos congelados, la estepa muda bajo la escarcha. Pero quienes habitan esta geografía saben que, cuando la nieve cae antes de tiempo, también lo hace la alerta. Y que los paisajes invernales, por más bellos que sean, pueden convertirse en trampas para quienes no toman los recaudos necesarios.
Esta semana, desde la Agencia Provincial de Seguridad Vial dependiente del Ministerio de Seguridad de Santa Cruz, se emitió un llamado a la precaución para todas las personas que transiten por rutas provinciales y nacionales.
“Las condiciones meteorológicas han generado acumulación de nieve y hielo en la calzada, lo que afecta directamente la seguridad de circulación”, indicaron. Las zonas más comprometidas por las condiciones climáticas son La Esperanza, El Calafate, la Cuenca Carbonífera y la ruta hacia Chile.

Viajar con conciencia: claves para prevenir
Santa Cruz es una provincia extensa, con rutas largas, muchas veces solitarias y de difícil acceso. Por eso, en condiciones invernales, cada precaución cuenta:
- Antes de salir, verificá el estado del vehículo: luces, frenos, neumáticos, calefacción.
- Portá cadenas para nieve si vas a transitar zonas de montaña o donde se indique.
- Encendé siempre las luces bajas y mantené el cinturón abrochado.
- Evitá maniobras bruscas, no sobrepases si no es imprescindible.
- Consultá el estado de rutas en canales oficiales: Seguridad Vial, Vialidad Provincial y Nacional, Gendarmería.
Desde la Agencia remarcan que hay presencia de hielo negro, ese que no se ve y que convierte la ruta en una pista. Y que muchas veces, lo que hace la diferencia no es la tracción del vehículo, sino la actitud de quien maneja.

Estepa blanca, riesgos que no se ven
El primer hielo trae consigo un doble mensaje: por un lado, la emoción de ver la provincia transformada, con un paisaje de invierno que llega de forma inesperada. Por otro, la necesidad de actuar con responsabilidad. Porque en Santa Cruz, el clima no avisa. Cambia, irrumpe, exige estar listos.
No es la primera vez que nieva en abril. Y quienes habitan la Patagonia lo saben: hay que leer el cielo, mirar el horizonte, sentir el viento. Conducir en Santa Cruz no es lo mismo que conducir en otro lugar. Acá el viaje es parte del territorio. Y respetarlo es parte de cuidarnos entre todos.