Se observan grandes plumas de materia orgánica descompuesta asociado al retiro de mortalidad de salmones en el Fiordo del Comau.
Una marea café que preocupa a las comunidades científicas y locales por los riesgos que está generando, y que podrían aumentar, para los ecosistemas de esa zona y para la alta biodiversidad del lugar.
Los días 9 y 10 de abril del 2021 en el final del Fiordo del Comau, se registraron imágenes aéreas con dron en los centros de cultivo de salmón “Porcelana” y “Loncochalgua” de la empresa Camanchaca.
Estas imágenes muestran una operación de retiro de mortalidad de salmones de las jaulas de cultivo, donde los peces muertos están succionados por la yoma de un barco pesquero de alta mar. Así, los peces muertos van a la bodega de la embarcación y el agua succionada es eliminada por el vaciado del secador, un desagüe que va directamente al mar. En estas imágenes, se observa el agua color blanco-rosado devuelto al mar, probablemente debido a la gran carga de materia orgánica en el agua producto de la descomposición de salmones. Las imágenes muestran que estos desagües formar una extensa pluma de agua con materia orgánica detrás de la embarcación. Esto ocurrió de manera continua durante los dos días.
En el proceso de retiro de la mortalidad, una parte aparentemente importante del material orgánico producto de la descomposición de los peces se observa siendo devuelto al mar, en vez de ser contenido y retirado por la empresa. Además, el proceso de retiro estaría, al parecer, aumentando la dispersión de la pluma de materia orgánica, en vez de contenerla cerca del centro de cultivo. Mientras mayor el estado de descomposición de los peces, mayor seria la materia orgánica que llega al mar, y de allí la importancia de una rápida respuesta y un proceso que asegure el retiro de todo el material orgánico asociado a la mortalidad.
El problema se volverá a repetir en el proceso de vaciado de carga, ya que tendrá que pasar por un sistema similar de descarga y o eliminación de los líquidos en ése proceso.
Es imprescindible advertir este hecho y vigilar la descarga, contabilizando las toneladas descargadas y sus subproductos (harina y aceite), ya que por diferencia se pueden calcular las toneladas del material disuelto en el mar.
Un aumento significativo de materia orgánica en un cuerpo de agua cerrado, como un fiordo, puede producir una serie de impactos negativos sobre el ecosistema marino, incluyendo hipoxia y anoxia (una baja o ausencia total de oxígeno disuelto) en el agua de mar y el sedimento, lo que puede causar grandes perturbaciones o muerte de comunidades y especies pelágicas y betónicas, incluyendo importante recursos hidrobiológicos. Estas imágenes son preocupantes por el posible daño ambiental que puede generar esta pluma de materia orgánica, y particularmente su impacto sobre la adyacente Área Marina Costera Protegida Fiordo Comau-San Ignacio de Huinay y las Áreas de Manejo y Explotación de Recursos Bentónicos.
Se llama a la fiscalización y muestreos científicos con urgencia para determinar la carga de materia orgánica generada, si hay otros contaminante asociados a estas plumas, y el impacto sobre el ecosistema del Fiordo del Comau y otros sectores afectados.
Fuente y fotografías: Alvaro Vidal