El levantamiento de la barrera sanitaria patagónica desató un fuerte rechazo en el sur del país. “Atenta contra años de trabajo y planificación sanitaria”, advierten desde el Consejo Agrario Provincial de Santa Cruz. Ante la presión de dirigentes patagónicos, el Gobierno Nacional postergó la medida por 90 días.
En la madrugada del martes, el Gobierno Nacional publicó en el Boletín Oficial la Resolución 180/25 del SENASA, que establecía el levantamiento de la barrera sanitaria patagónica, permitiendo el ingreso de carne bovina con hueso desde regiones donde aún se vacuna contra la fiebre aftosa. La decisión, que desató una ola de rechazo en el sur del país, fue justificada por el Ejecutivo como una estrategia para reducir el precio de la carne en la Patagonia, una zona donde hasta ahora solo operaban productores locales. Sin embargo, el rechazo unánime de los gobiernos patagónicos y el sector ganadero obligaron a una marcha atrás temporal: SENASA anunció la postergación por 90 días de la medida y la conformación de una mesa de diálogo.
El presidente del Consejo Agrario Provincial de Santa Cruz, Adrián Suárez, fue tajante: “Esta decisión del Gobierno Nacional atenta contra años de trabajo y planificación sanitaria. No solo pone en riesgo la producción ganadera y el trabajo de nuestra gente, sino que compromete el futuro de la Patagonia en los mercados internacionales”. Además, cuestionó la forma en que se implementó la medida: “Nos enteramos de la decisión por los medios. Esto no solo es una falta de respeto a quienes sostenemos la producción agropecuaria, sino que pone en riesgo una actividad fundamental para la Patagonia”.
Desde Tierra del Fuego, la presidenta de la Asociación Rural, Lucila Apolinaire, también expresó su preocupación en FM Master´s: “Nos despertamos con la noticia de que a partir del 1° de abril se levantaba la barrera sanitaria. Esto tiene serias consecuencias, por suerte logramos frenar la medida por 90 días”. La dirigente enfatizó que, en lugar de reducir los estándares sanitarios de la Patagonia, “deberíamos nivelar para arriba”. Y agregó: “La solución no es aceptar carne con hueso sin control, sino que otras provincias, como La Pampa o Buenos Aires, trabajen para alcanzar el mismo estatus sanitario que nosotros”.
El rechazo de los sectores productivos y de los gobiernos provinciales se basa en que la Patagonia, reconocida internacionalmente por su estatus de libre de fiebre aftosa sin vacunación, podría perder este sello distintivo y, con ello, mercados clave. Los productores advierten que esta decisión inconsulta podría poner en jaque la ganadería regional y generar una crisis en la industria frigorífica, con pérdida de empleos y de inversiones.
Finalmente, luego de varias horas de desatada la polémica decisión, que fue festejada al norte del Colorado, pero lamentada al sur, el Gobierno Nacional decidió postergar por 90 días esta medida, y pidió armar una “mesa de diálogo y trabajo”. Según informa el medio Bichos de Campo, la decisión surgió a partir de un proceso de negociación con los gobernadores patagónicos, que se opusieron inmediatamente.
“Se invita a los gobernadores de las provincias que integran la Región Patagónica (Provincias de Río Negro, del Neuquén, del Chubut, de Santa Cruz, de Tierra del Fuego, Antártida e Islas Del Atlántico Sur y de Buenos Aires) y entidades representativas del sector agropecuario a la Mesa de Diálogo y Trabajo, la cual funcionará en el ámbito de la Secretaria de Agricultura, Ganadería y Pesca del Ministerio de, en la que se trabajarán conjuntamente los alcances y la coordinación de acciones tendientes a la implementación de las medidas establecidas en la citada Resolución N° RESOL-2025-180-APN-PRES#SENASA”, se detalla en el artículo 2 de la resolución 186/2025, firmada por Pablo Cortese.
Ahora, el desafío de los dirigentes patagónicos en los próximos tres meses es definir una estrategia. “No podemos dejar que esta medida avance sin luchar por nuestra producción y sanidad animal”, advirtió Apolinaire. Mientras tanto, el sector ganadero y los gobiernos provinciales están en alerta y anticipan que, de no haber soluciones concretas, la oposición a la medida será contundente.
