Integraron una “unidad olvidada”, que se hizo el 2 de abril de 1982, cuando todo empezó.
El “Bicho” Pérez empieza a contar el partido de rugby que jugó contra veteranos británicos de la guerra de Malvinas. Todos se callan.
─Fue muy lindo. Una forma de generar un vínculo.
─¿Generar un vínculo? ─interviene el “Pájaro” Asenjo─. ¡Si nos recagamos a tiros! ¡Ya había un vínculo!
Esto pasa en el fondo de una pizzería porteña, a una cuadra del Congreso de la Nación. Y pasa desde que volvieron de las islas el 20 de junio de 1982.
Sólo se ven el Día de la Bandera, cada año, desde hace más de 3 décadas. Y la comunión que los aglutina es muy particular: todos integraron el Apostadero Naval Malvinas, que fue el primer establecimiento que montó la Armada apenas se dio la recuperación del 2 de abril del 82. Funcionaba como centro logístico.
Hoy el recuerdo hilvana tanto sus experiencias que la cita anual no necesita confirmación por correo, llamados o mensajes de WhatsApp. Se hace sí o sí, estén quienes estén.
A partir de las 19 van llegando al restorán “Santa Mónica”, en Rodríguez Peña y Rivadavia. Clarín fue testigo.