Por otra rotura del acueducto, El Calafate volvió a quedarse sin agua.
El viernes a la tarde el principal caño de distribución de agua potable se quebró en los primeros metros de su trazado, dejando al sistema de cisternas que distribuyen el líquido a los barrios sin abastecimiento.
En el plazo de 15 días, la ciudad sufrió dos grandes crisis en ese servicio. El 27 de diciembre el acueducto sufrió una primera rotura cuya reparación definitiva hizo que algunos barrios no tuvieran suministro de agua por dos días.
A las pocas horas se detectó que el mismo caño tenía una fisura en otro sector cercano, la que no revestía gravedad y sería arreglada en los próximos días.
El viernes a la tarde a pocos metros el caño construido en fibra de vidrio, tuvo otra rotura, causando la paralización total del sistema de distribución de agua.
Todo ocurrió a unas tres cuadras de la planta potabilizadora que toma el agua del lago Argentino, en un sector conocido como Punta Soberana, zona alta, a varios kilómetros del centro de la ciudad.
La reparación se realizó durante las horas que quedaron del viernes y la madrugada del sábado, consistiendo en el descubrimiento de la cañería, el corte y reemplazo de unos 30 metros, y la fusión en ambas puntas del nuevo tramo con el ya existente.
El trabajo de unión del nuevo tramo con el trazado original de la cañería se hace de manera artesanal, utilizando una resina que hace de pegamento aplicada con rodillos de mano.
El sábado a la tarde, luego del secado del pegamento, y después que se realizara la fijación del caño con arena, los operarios de la empresa Servicios Públicos Sociedad del Estado (SPSE), comenzaron a abrir las llaves de la planta potabilizadora para dejar pasar el agua a la cañería central.
Al terminar la jornada, la reparación respondía bien, sin que se registraran nuevas pérdidas.
El jefe de la oficina local de la empresa provincial SPSE, Jorge Chávez, confirmó que “se cambió un tramo de 30 metros de cañería, que comprende la fisura que ya teníamos prevista reparar, y la rotura nueva”.
El funcionario explicó que horas antes de la rotura del viernes, la zona sufrió un corte de energía, por lo que no se impulsó agua al ducto. Cuando se reestableció la energía volvió también la impulsión de agua, a partir que se registró la perdida de agua por el quiebre de la cañería.
Mientras en Punta Soberana se realizaron los trabajos de reparación del acueducto, el municipio coordinó con otras reparticiones el abastecimiento de agua no potable para barrios de la ciudad.
La situación se da en alta temporada turística con ocupación en gran parte de los complejos de alojamiento, por lo que el municipio debió realizar un plan de urgencia para atender la demanda de agua desde hoteles, hosterías y similares.
Si bien no se deberían registrar otros inconvenientes, la preocupación de habitantes y sus autoridades es latente. El Calafate espera altos porcentajes de ocupación hotelera para la segunda quincena de enero y febrero.
Sergio Villegas