Río Gallegos – Así lo establece un acta de acuerdo firmada en diciembre último por el intendente de Río Gallegos, Ing. Roberto Giubetich, y el Jefe de la Base Marambio, Comodoro Lucas Carol Lugones.
“Río Gallegos recibirá y tratará los residuos de la Base Marambio cuando se habilite el nuevo vaciadero”. Con este título se dio a conocer la noticia de manera oficial por parte del municipio de la capital de Santa Cruz hace poco más de tres meses.
En la jornada del pasado 6 de diciembre, y en vísperas al vuelo que tomaría ese mismo día hacia la Antártida Argentina, el intendente (UCR-Cambiemos) de la ciudad declaró: “vamos a firmar un acta mediante la cual nos comprometemos a recibir los residuos sólidos domiciliarios que se producen en la Base; los retiraremos una vez que aterricen aquí y los transportaremos hasta el nuevo vaciadero ubicado en la ruta hacia Punta Loyola. Por eso aclaramos que el convenio se pondrá en marcha cuando comience a funcionar el nuevo vaciadero”.
¿Cuándo comenzará a funcionar el nuevo vaciadero de Río Gallegos, fecha clave para el inicio de cumplimiento del acuerdo? En las últimas horas, altas fuentes de la Municipalidad afirmaron ante este cronista que la expectativa es poder concretarlo “en un lapso de 60 a 90 días (contando desde ahora), aunque es difícil hablar de plazos exactos”.
Algunos detalles del acta acuerdo
“Estamos extremadamente agradecidos por el esfuerzo que hace la comunidad por la base en todo lo que es la gestión de residuos”, declaró por su parte el comodoro Lucas Carol Lugones tras la firma del acuerdo en la Base Marambio.
Respecto de sus alcances, el comunicado oficial de la Municipalidad de Río Gallegos da cuenta de que “el acuerdo dejará en claro que no se acepta ningún tipo de residuo peligroso y la contraparte también asume el traslado de los desechos en tambores, atendiendo la reglamentación”.
Este cronista tuvo oportunidad de cotejar con fuentes municipales algunas precisiones respecto del acta: la Municipalidad recibirá solamente los residuos de tipo domiciliarios, los cuales serán trasladados en contenedores de cilindros metálicos de 200 litros de capacidad; y quedan excluidos los desechos peligrosos, tóxicos y radioactivos. Todo esto “conforme a la legislación vigente”.
“Los residuos de la Base Marambio son menos que los que genera el edificio Sur 1”, ejemplificaron desde el municipio. Ubicado en el centro de Río Gallegos, el ‘Sur 1’ (como se lo conoce popularmente) es uno de los pocos edificios altos de la ciudad, con 8 pisos y un total de 48 departamentos.
La basura, un problema serio
Desde la municipalidad también afirmaron ante este cronista que “no tiene sentido, durante estos meses, traer la basura de la Base Marambio al basural actual”, puesto que “la expectativa es mejorar el tratamiento que se le da a los residuos”.
Sucede que el vaciadero actual de la capital de Santa Cruz es prácticamente un basural a cielo abierto, y se encuentra colapsado desde hace ya varios años. Esto lo saben y admiten las propias autoridades, de allí la expectativa por inaugurar el nuevo vaciadero en el corto plazo. El problema de la basura se ha vuelto una preocupación cotidiana entre los habitantes y es uno de los principales temas de la agenda pública de la ciudad.
En los últimos años se generó una serie de iniciativas ciudadanas para hacer frente a la problemática de la basura. La “Asamblea por el Medio Ambiente” y “Quiero un Río Gallegos limpio” son dos de las propuestas más dinámicas del último año.
En este contexto, la obra del nuevo vaciadero es una de las obras de infraestructura que la gestión del intendente Giubetich apunta a dejar en funcionamiento antes del final de su mandato. Se trata de una obra con financiamiento nacional que había quedado paralizada en la gestión del anterior intendente, Raúl Cantín (FPV), quien renunció antes de finalizar su mandato y enfrenta en la actualidad una serie de causas judiciales. Las presuntas irregularidades en el manejo de los fondos para la obra del nuevo vaciadero es motivo de una de ellas.
Leandro Doolan