La vida 2.0 del concejal del PRO se convirtió en algo habitual. Entre los ciento de contactos que tenemos los periodistas en nuestras redes donde “monitoreamos” lo que están diciendo, las actualizaciones de Tomás Bertotto son constantes. Fue a través de WhastApp que hizo llegar a los periodistas las fotos de la oficina móvil, y fue a través de WhatsApp que hicimos esta nota para EL ROMPEHIELOS.
Entre la fila de actualizaciones de estado que hay para ver en el chat más popular de los teléfonos inteligentes, una selfie relajada de un político fuera de horario se destacaba entre los memes y los slide con mensajes de los demás contactos. Era un video de Tomás Bertotto que al pie rezaba “por fin en casa”, en donde contaba que su día había terminado y era hora de cocinar y descansar. Respondí.
EL ROMPEHIELOS: perdón ¿te agarro muy cansado para hacerte unas preguntas para una nota?
Tomás Bertotto: (desde un mensaje de voz) no, no, tranquilo. Haceme todas las preguntas que quieras. Te mando un audio y ahí vemos.
ER: Dale, respondeme con audios, tranqui.
Las fotos de la oficina móvil habían llegado como ráfaga una tras de otra hacía un par de semanas atrás a la misma conversación. Al verlas recordé que había comentado entusiasmado sobre el proyecto cuando hicimos la primer nota.
ER: ¿Arrancaste con la oficina móvil? ¿Cómo fueron las primeras impresiones?
Varios minutos después de ver un “grabando audio”, una nota de voz de más de tres minutos había llegado con la respuesta y algunas aclaraciones más.
TB: Estamos terminando las últimas puesta a punto, le tengo que terminar de poner la calefacción y a partir de ahí ya tengo un lugar dónde instalarla en el barrio Río Pipo. Hay muchísima expectativa de la gente. Todos los que la están viendo me empezaron a felicitar, los medios de comunicación también. La gente lo ve como algo muy positivo, me están invitando de distintos barrios a estar ahí.
¿Por qué la estoy haciendo? Desde el inicio de la gestión tenía eso como un sueño. Mi intención es estar cerca de la gente, vivir en carne propia las dificultades que pasan todos los días. Por eso siempre estoy caminando por la calle, tomando colectivos en horas de la madrugada, de la noche. Fines de semana, caminando sin veredas, por el barro. Porque eso es lo que vive la gente que tiene que caminar 15 cuadras para llegar a la primer garita, sus hijos para ir al colegio chupando frío.
Vivir esas experiencias es la única posibilidad que tenemos para entender la situación y después eso nos permite ser vehementes en buscar soluciones. La cosa pasa por ahí, la política si no es para eso, no entiendo para qué es. Si no priorizamos, independientemente de las camisetas políticas, buscar soluciones para los problemas que tiene todos los días la gente y poder ofrecerles una mejor calidad de vida, no entiendo para qué estamos.
Estoy en política solamente para eso. Entiendo que mi función es esa, y me quedo con la conciencia tranquila habiendo hecho el mayor esfuerzo, independientemente del futuro personal. Lo que me preocupa es que la gente esté bien o haber aportado un poquito de lo que me toque, desde mi lugar y con las funciones que tengo como concejal para buscar por lo menos una solución chiquita. Lo que salga, lo que dé.
Con la acción, con estar, con mostrar y con pedir, a veces se obtienen resultados y eso la gente lo toma muy bien y está muy contenta. Hoy en toda la ciudad están viendo que hay un político diferente y eso es fantástico. Es la satisfacción más grande que puedo tener, es lo único que me marca que voy por el buen camino y que estoy haciendo las cosas medianamente bien y que la gente lo acepta.
La oficina móvil es salir de un edificio y estar en la calle, que la gente lo vea. La gente no se acerca a un edificio, no sube a una oficina. Es muy difícil que lo haga. En cambio si tiene la oficina del concejal en su barrio, más allá que pueda solucionarle o no las cosas, tenerme cerca, el contacto conmigo permanente y saber que estoy para la gente es buenísimo y para mi también.
ER: ¿Y tus pares? ¿Qué te dicen? No están tomando iniciativas similares.
TB: No, para nada. Porque no la ven así, no tienen esa actitud. Ellos piensan que caminar en campaña es lo que va, e ir a reuniones cuando los llaman también, pero más allá de eso no. Yo entiendo que hay que estar todo el día. Ellos están más en el… ¿cómo se dice esto que no me gusta para nada? Rosqueo político. Y a mí el rosqueo -repite, rallentando con énfasis en cada letra-, no me gusta. Sé que es necesario pero no estoy para eso. No me gustan esas cosas. Yo pienso que uno va a prosperar en política de acuerdo a la actitud que muestre y la gente es la que va a sustentar esa progresión. No tanto el rosqueo, no tanto la politiquería barata.
ER: Se genera mucha polémica con el tema del ploteo en el país, sobre todo en las gestiones. Nombres, fotos, etc., y vos los tenés ¿Crees que te lo pueden cuestionar? ¿Cómo lo justificas?
TB: Podría tenerlo o podría no tenerlo. La verdad no es que me divierte demasiado, pero uno tiene que darse a conocer y yo en un año y medio, la primera etapa de un político que es darse a conocer creo que la cumplí. Tengo muchísima presencia en medios, me buscan porque estoy en todos los temas importantes de la ciudad, pero tienen que identificar esa casilla como que es mía. Por eso es necesario el ploteo y además el mensaje “Más cerca tuyo” es lo que realmente siento, así que lo quise poner. No creo que genere polémica, porque además carteles de campaña hay por todos lados. Esto no es campaña, es trabajo y esto es básicamente que me identifiquen con ese lugar.
Todavía quedan algunos días para que la oficina móvil esté operativa: “máximo a fin de mes” aseguró el concejal del PRO en otro breve audio con algunos otros detalles para ese momento. Bien o mal, Bertotto vuelve a ponerse en el centro de la escena socio política con una propuesta fuera de manual. A priori, moverse con el pulso social y generar iniciativas a partir de esa perspectiva del hombre común parece generar resultados efectivos en el corto plazo.
¿La sensación de respuesta puede ser más efectiva que la respuesta en sí? ¿La identificación con las problemáticas sociales producen un sensación de empatía que acerca a los políticos? Resta aún para poder evaluar eso, lo que se puede advertir es que acciones como esperar el colectivo, caminar por el barro, y mover el despacho a un barrio, producen sin dudas una perspectiva más amplia de las problemáticas sociales. Bertotto mueve el foco de la gestión del ámbito político y lo pone -literalmente- en medio de los barrios. El enfoque permanece en el ciudadano, a quien finalmente representa.
Pablo Riffo