La comarca noroeste de la provincia de Santa Cruz se fortalece en el mapa turístico local generando propuestas amigables con el ecosistema. La Fiesta de la Cereza queda como una anécdota para una temporada que se amplió con propuestas únicas y exclusivas.

Los Antiguos. Crédito de la foto: Florian Von Der Fecht

Al noroeste de la provincia de Santa Cruz, a orillas del lago Buenos Aires, la localidad de Los Antiguos se convirtió en los últimos años en un destino turístico en crecimiento. Conocida históricamente por la calidad de su fruta fina y la Fiesta de la Cereza que se desarrolla en el mes de enero; este destino apuesta fuerte al crecimiento de la industria turística con una propuesta integral, en armonía con la naturaleza y su increíble fauna silvestre.

Con una serie de propuestas para todo tipo de turista, Los Antiguos logró desarrollar una gama de opciones para quienes se animen a descubrir este rincón de naturaleza patagónica en su estado más puro.

Federico Djeordjian es oriundo de la ciudad de Buenos Aires, pero su contacto con la naturaleza y su amor por la Patagonia lo trajeron hasta Santa Cruz donde años más tarde logró poner en marcha Chelenco Tours, una de las tantas agencias que han visto el potencial turístico del noroeste santacruceño.

Es un destino que año a año crece con una intensidad que propone desafíos” asegura Djeordjian. De una localidad que ofrecía una temporada turística acotada a los meses de enero y febrero, hoy “abarca desde octubre hasta Semana Santa. Mediados de abril, incluso mayo, teníamos grupos previstos”.

Cañadón Río Pinturas. Crédito de la foto: Miguel Coranti

Los cambios vinieron de la mano de la profesionalización y la posibilidad de una dedicación exclusiva a muchos operadores de área. “Para los propios santacruceños esta zona sigue siendo nueva” asegura planteando esta característica como potencial de crecimiento para el turismo interno.

Si bien ya se va observando en Los Antiguos un incremento de la afluencia turística en el número de visitantes, Los Antiguos mantiene una leve pero constante afluencia turística, por lo que los atractivos que ofrece la zona resultan casi exclusivos para quienes llegan hasta ahí, algo que “en otros lugares se van perdiendo”.

Claramente es un destino en crecimiento. Es poco conocido todavía” señala Djeordjian quien asegura que “hay mucho potencial, hay mucho por conocer”. Para Djeordjian el que llega a Los Antiguos “es un fanático de La Patagonia que ya conoce los lugares mas destacados, que viene con todo un bagaje que no debería sorprenderse fácil; pero todo el que viene queda fascinado”.

Meseta del Lago Buenos Aires. Crédito de la foto: Matías Rubak

El desafío para este operador del sector es “cómo gestionar el crecimiento de acá a 20 años: bueno, constante y lento” algo que requiere del acuerdo de los distintos protagonistas del lugar.

Hoy por hoy Los Antiguos cuenta con unas 700 camas para un pueblo de unos 5.000 habitantes por lo que “con plena ocupación vos casi que no notas demasiado movimiento en el pueblo. Hay una buena convivencia entre el pueblo y los visitantes”.

Las opciones gastronómicas también están presentes, junto a Casas de Té, cervecerías (más recientes) y chacras turísticas que completan el paquete de ofertas del lugar. “Hay opciones para quienes hacen dos noches, tres o cuatro. Hay excursiones que es más la especialidad nuestra. Excursiones por el día y para combinar por ejemplo con alguna noche de alojamiento en Lago Posadas, una noche de alojamiento en Chile” ejemplificó.

Refugio La Posta de Los Toldos. Crédito de la foto: Christian Emmer

Programas de varios días con recorridos denominados circulares donde se va por un camino y se vuelve por otro. “Son recorridos muy interesantes que se pueden combinar entre sí” describió.

El aeropuerto más cercano a Los Antiguos está a cinco horas de distancia, en la ciudad de Comodoro Rivadavia, al sureste de la vecina provincia de Chubut. La conectividad es un punto en aún en discusión.

Para Djeordjian la accesibilidad, si bien es un punto necesario, “a veces me pregunto qué pasaría teniendo un aeropuerto. Sería mucha más la gente, en Calafate fue un antes y un después” recordó y apuntó que “ahí es la cautela que yo decía. Uno habla de la poca afluencia turística como un valor, pero habría que ver qué sucede después”.

Desarrollo Colaborativo

La actividad turística de la región, a diferencia quizás de otros destinos, del noroeste de Santa Cruz potenció su crecimiento a través del desarrollo de opciones que abarcan toda el área. Incluso con el país vecino de Chile.

Siempre tuvimos esa visión integradora” asegura Djeordjian, “donde había mucha más fuerza de la que se podía hacer entre todos juntos que si cada una de las localidades, Los Antiguos, Perito Moreno, Lago Posadas, Chile, traccionaran en forma individual”.

En esto, el Parque Patagonia cobra un rol protagónico ya que “de alguna manera ayuda un poco a cumplir ese rol, de enlazarnos a todos porque atraviesa todas estas localidades, parte en Argentina y parte en Chile”.

Cañadón Caracoles. Crédito de la foto: Sofía López Mañan

También marca de alguna forma el carácter agreste que tiene la oferta turística del lugar. “Creo que estamos en un proceso” opina sobre este punto Djeordjian. Un proceso que también involucra la idiosincrasia local que en los últimos años también produjo más espacios dedicados al turismo y que lo ve como una actividad rentable.

Todavía cuesta que las comunidades locales le demos el valor a todo esto que se presenta, a que nos apropiemos de entender que podemos usar estos espacios que son nuestros” opina Djeordjian, “con todo lo que conlleva: la educación ambiental que hay detrás” remarcó.

El turista hace, de alguna manera, que sea más evidente el valor que tienen los espacios protegidos y el potencial que traen. “El crecimiento tiene que ir asociado a estas áreas protegidas, a la valoración de la fauna que no se ve en otros lados de la Patagonia. Ahí tenemos una oportunidad de hacernos fuertes” evaluó el operador turístico.

Paso Roballos. Crédito de la foto: Chelenco Tours

“Hay un montón de aristas, para cada una trabajarla, ponerla en valor y que ayude al desarrollo” destacó. Las posibilidades se amplían a medida que el mundo avanza hacia una concepción del turismo desde la apreciación del ecosistema.

El crecimiento de la mano de obra turística local también abarca parte del crecimiento productivo del sector. Guías turísticos locales que comenzaron a tener el sustento para desarrollarse, incluso, en la misma ciudad de la que salieron.

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