El Movimiento de Mujeres de Ushuaia presentó un amparo contra el Concejo Deliberante, con la intención de que no se repita en elecciones futuras una conformación del cuerpo sin presencia de mujeres, como sucede en la actualidad.
Recapitulemos: el año pasado, el Movimiento de Mujeres de Ushuaia presentó ante el Concejo Deliberante un proyecto para modificar la Ordenanza N°2578, que regula el sistema electoral municipal. La iniciativa proponía incorporar un artículo a la ordenanza electoral vigente, a fin de que se conjugue el derecho de representación de minorías y de preferencias, con la paridad de género, consagrada en la Carta Orgánica Municipal por el Artículo N°218.
Esta propuesta, junto a otras que buscaban garantizar la presencia de mujeres en el cuerpo, fueron rechazadas durante la última sesión del Concejo Deliberante del año pasado, en una maniobra controvertida, impulsada por el Presidente del cuerpo, Juan Carlos Pino. La mano fue así:
ese 14 de diciembre alrededor de las 14 hs -con la presencia del Movimiento de Mujeres de Ushuaia en el recinto- la mayoría del Concejo Deliberante, con los votos de los ediles Tomás Bertotto del PRO, Silvio Bocchicchio de Ecos, Juan Manuel Romano por la UCR y  Hugo Romero por el FPV, rechazó el dictamen que determinaba el pase a archivo de la totalidad de los proyectos vinculados a la garantía de paridad y dispuso el pase a la Comisión Permanente de Legislación e Interpretación, para que sigan siendo discutidos. Pero las prácticas masculinas de la política son traicioneras y juegan por las espalda. Una hora más tarde -cuando el Movimiento de Mujeres se había retirado del recinto celebrando una pequeña victoria- sin explicación alguna, el presidente del Concejo Deliberante, Juan Carlos Pino, propuso una confusa reconsideración. Hugo Romero dio vuelta su voto, sin explicar motivos -pareciera una práctica habitual de estos ediles-, lo que generó que todos los proyectos, incluido el presentado por el propio Romero, fueran enviados a archivo. Chim, pum, cerramos el tema acá, no se hable más de paridad, ¡canejo!.
Todavía con el sabor a derrota, las impulsoras de uno de los proyectos dijeron a cada medio que las entrevistó ese día: “No vamos a renunciar a la paridad”. Y, por supuesto, no lo hicieron. Porque la lucha feminista es -entre otras cosas- perseverante.
El jueves, las integrantes de este movimiento presentaron un amparo contra el Concejo Deliberante ante  el Juzgado de Primera Instancia en lo Civil y Comercial N°2, a cargo del Juez Gustavo González. Mediante el amparo, el colectivo feminista solicita al magistrado que se decrete la nulidad del dictamen que rechazó todos los proyectos que buscaban garantizar la paridad de género y por otro lado, -ya que los varones integrantes del Concejo Deliberante sostienen casi con necedad que la paridad de género está garantizada- piden al Juez que ordene las acciones necesarias para hacer efectiva la paridad para las próximas elecciones.
Esto, señores, pareciera que recién empieza.
Luz Scarpati
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