Los científicos excavaron alrededor de 1,2 kilómetros y recogieron la muestra de roca del manto terrestre más profunda hasta la fecha. Ahora están analizando su estructura. Veamos lo que ya han descubierto.
Al igual que la atmósfera, el planeta Tierra también está dividido en capas: la corteza terrestre, el manto y el núcleo.
La corteza es la corteza más externa y relativamente delgada donde vivimos. El manto es la capa intermedia que se encuentra justo debajo de la corteza, formada por rocas de densidad media y responsable de la formación del magma, y tiene aproximadamente 2.900 km de espesor. Finalmente, el núcleo es la capa más interna, compuesta básicamente por hierro y níquel.
Debido a que el manto está cubierto por al menos 6 km de corteza, generalmente no es posible perforarlo. La única excepción es cuando queda expuesta por fallas, donde se forma una grieta en la corteza.
Sin embargo, los investigadores lograron excavar unos 1,2 km en el manto, la excavación más profunda jamás realizada, y recolectar una muestra de roca. Esta hazaña aporta nueva información sobre la composición de esta capa y puede proporcionar pistas sobre los orígenes de la vida en la Tierra.
Nueva información sobre el manto terrestre
Investigadores holandeses excavaron el manto terrestre en la región de la Cordillera del Atlántico Medio que forma el límite entre las placas de América del Norte y las de Eurasia y África, y que se encuentra en medio del Océano Atlántico Norte, donde existe una fisura natural en el corteza.
Y para ello utilizaron equipos a bordo del buque de perforación oceánica Joides Resolución, entre abril y junio de 2023. Esto sucedió en la Expedición 399 de un proyecto llamado IODP (International Ocean Discovery Program). Esta fue la excavación más profunda del manto superior hasta la fecha.
Los resultados del análisis de muestras primarias del manto superior se publicaron en un artículo de la revista Science. La muestra recogida contiene más de un 70 % de roca y tiene una longitud de 886 metros, a partir del hoyo excavado.
La muestra aún está siendo analizada, pero los investigadores ya han obtenido algunos hallazgos preliminares sobre su composición. Observaron que esta muestra del manto contiene menos piroxenos, un mineral común en las rocas ígneas que es formador de rocas, en comparación con muestras del manto temprano; y también tenía concentraciones muy altas de magnesio. Esto muestra que esta región probablemente experimentó un intenso derretimiento en el pasado, lo que resultó en el agotamiento del piroxeno.
“El mineral ortopiroxeno, en particular, ha mostrado una amplia gama de abundancia en diferentes escalas, desde centímetros hasta cientos de metros. Relacionamos esto con el flujo de fusión a través del manto superior. A medida que el manto superior crece debajo de las placas en expansión, se derrite y este derretimiento migra hacia la superficie, alimentando los volcanes ”, dijo Johan Lissenberg de la Universidad de Cardiff y autor principal del estudio.
Los investigadores pretenden ahora desarrollar un modelo que simule este proceso de fusión, con el objetivo de comprender cómo se derrite el manto y cómo la roca fundida sube a la superficie para alimentar los volcanes oceánicos. Y reproducir este proceso mediante modelos podría ser crucial para comprender el origen de la vida en la Tierra.
Fuente: Meteored