Son las líneas de la vida. Dibujan pirámides, imperios, moluscos, cantos tibetanos, la espiral y el huevo. Reconstruyen continentes, sueños, proyectos rotos, la palabra mamá y su último perfil. Inventan la ópera y la basílica, el fa sostenido de la soprano y el aplauso unánime de la multitud.
Las líneas de la vida tienen ojos para ver debajo de la piel y de la tierra del país de los tesoros perdidos, la raza perfecta vive más allá del horizonte astral.
Las líneas de la vida han elegido hoy trazar el identikit de la soledad y la locura, el mapa del deterioro que se acumula, la obscena capacidad de autorreproducción que tiene el dinero y el tiempo detenido.
Yo amo esta belleza tenebrosa, esta película transparente e infinita que une y separa la belleza del mal de la maldad de la belleza.
de Mario Trejo (Argentina; 13 de enero de 1926 – 13 de mayo de 2012)