Según el Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) difundido por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC), la variación interanual en noviembre fue 7,5% hacia abajo.
Las mayores caídas se registran en el comercio (-17%), hecho que encuentra su explicación en la disminución del poder adquisitivo del salario de los trabajadores producto de la devaluación; la construcción, con una baja de 11,4 puntos porcentuales, a pesar del modelo de participación público privada, con el que el Ejecutivo Nacional intenta motorizar obras públicas; y la industria manufacturera (-12,6%) situación que se explica por la contracción del mercado interno, la suba del dólar y las altas tasas de interés promovidas justamente para frenar la escalada de la moneda internacional.
De los 16 sectores que evalúa el EMAE, sólo 4 presentaron leves mejoras en su performance entre noviembre 2017 y el mismo mes de 2018 según el organismo oficial: “Agricultura, ganadería, caza y silvicultura” (1,9%), “Enseñanza” (1%), “Servicios sociales y de salud” (0,5%) y Electricidad, gas y agua (0,7).
Los tres sectores de mayor derrape son precisamente los que más cantidad de mano de obra emplean, por lo que podríamos estar frente a las puertas de un espiral peligroso para la economía argentina, es decir, los despidos y cierres de empresas y fábricas en el país, además de familias con hambre, generan menor circulante de dinero, entonces los comercios y fábricas venden y producen menos, entonces hay más desempleados, entonces se comercializa menos, y así sucesivamente.
Hay un factor clave que impactó de lleno en la actividad económica del país: la sequía que tuvo un impacto negativo durante el segundo trimestre de 2018. Además, la Consultora de Economía y Empresas Ecolatina dijo: “la contracción económica se profundizó como consecuencia de la crisis cambiaria y la correspondiente aceleración de la inflación en el segundo semestre de 2018. Estos dos factores minaron el poder adquisitivo en dólares y en pesos, siendo la retracción del consumo el principal resultado. Por un lado, esto se observa en la dinámica del Comercio, que acumuló una caída superior a 4% interanual en noviembre en un contexto de ventas deprimidas y aumentos de costos –suba de tarifas y ajustes salariales-. Por otro lado, tras la incertidumbre reinante en septiembre y octubre, las empresas retomaron la toma de decisiones y comenzaron a ajustar su producción dadas las nuevas perspectivas económicas”.
Luz Scarpati