La actividad industrial prevé lograr su estabilidad recién para el cierre del 2018, siempre que existan condiciones favorables para la producción nacional.
De modo que un crecimiento del 3%, estimado como techo por la UIA, permitirá a las fábricas argentinas tener una recuperación que las devuelva al estado de situación de 2015, cuando asumió en la Presidencia Mauricio Macri.
Así surge del informe técnico que realizó el CEU de la entidad fabril más representativa del país. “La producción industrial de diciembre presentó una contracción interanual del 1,5%, y una baja del 0, 8% con respecto al mes anterior (desestacionalizada). Con este resultado, la industria cerró el año 2017 con un crecimiento del 1%”, destacó el informe de la UIA, que recolecta información pública, privada y de sus asociados para contrastar la realidad del sector.
La actividad sufrió altibajos durante todo el 2017, con un primer trimestre a la baja (-3,1%), un repunte entre abril y junio (+2,2%), un tercer trimestre positivo (+2,6%), ralentizándose en el cuarto (1, 8%). “La menor tasa de crecimiento experimentada a fin de año se explicó porque la base de comparación del cuarto trimestre de 2016 era más elevada, y por una moderación en el crecimiento de los rubros vinculados a la construcción”, destacó la UIA.
La recuperación de la industria el año pasado fue impulsada fundamentalmente por las actividades asociadas a la construcción y, en menor medida, el consumo interno.