Los tres expertos submarinistas que integran la comisión investigadora para conocer qué pasó con el ARA San Juan se reúnen en sus casas y ocasionalmente en cafés para reunir elementos y testimonios.

No utilizan la oficina y el personal administrativo que el Ministerio de Defensa puso a su disposición.

Quieren la mayor asepsia y distancia posible del organismo que los convocó y del agitado clima en que se desenvuelve la Armada después de la tragedia.

El capitán de navío retirado Jorge Rolando Bergallo -padre del segundo comandante del ARA San Juan, el capitán de fragata Jorge Ignacio Bergallo- y los contraalmirantes retirados Alejandro Kenny y Gustavo Adolfo Trama están habilitados para citar a expertos internacionales.

Ya intercambiaron mails con el analista acústico Bruce Rule, de la Oficina de Inteligencia Naval de los Estados Unidos, quien estudió a fondo la “anomalía hidroacústica” detectada por sensores marítimos el 15 de noviembre, tres horas después de la última comunicación del ARA San Juan, y concluyó en un informe que el submarino sufrió un colapso letal en menos de un segundo.

Según pudo saber LA NACION, los tres expertos submarinistas observaron que hay diferencias de pocos minutos entre el sonido acústico informado por la armada de Estados Unidos y la explosión que registró la Organización del Tratado de Prohibición de Ensayos Nucleares (Ctbto, por sus siglas en inglés). “Esa diferencia de tiempo puede explicarse por la diversidad de sensores empleados y la propagación del sonido en el mar, pero no hay que descartar que hayan sido dos explosiones”, reveló una fuente naval.

Ya entrevistaron, además, a personal naval, pidieron informes a la Armada y al Ministerio de Defensa, revisaron archivos y evalúan cualquier detalle que los pueda conducir a desentrañar el principal misterio: por qué el ARA San Juan no regresó a la superficie, como indica la regla básica que todo submarinista sabe que debe aplicar ante una eventual emergencia.

Bergallo, Kenny y Trama parten de la premisa de que el ARA San Juan estaba en inmersión, a plano de periscopio, cuando transmitió sus mensajes en la madrugada del 15 de noviembre.

Si bien hasta ahora no les entregaron la constancia directa de las comunicaciones, sino informes que las autoridades navales le aportaron al ministro de Defensa, Oscar Aguad, los miembros de la comisión entienden que dichos reportes fueron transmitidos en un clima de aparente calma.

 

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