La Alianza Francesa Tierra del Fuego continúa realizando actividades durante el último mes del año. En la próxima semana se realizará la proyección del film “Todo lo que veo es mío”, que refleja la vida de Marcel Duchamp en Buenos Aires.
En declaraciones a Radio Nacional Ushuaia, el referente de la Alianza Francesa en Ushuaia, Sthephane Cuizine indicó que “cuando creíamos que la Semana del Cine Francés era el último evento cultural, nos cayó esta propuesta de una productora de Buenos Aires que nos pareció interesante sobre la vida de un artista relevante”, dijo acerca de la proyección de la película “Todo lo que veo es mío” de los directores Mariano Galperin y Román Podolsky.
“Todo lo que veo es mío” cuenta la estadía en Buenos Aires de uno de los artistas más revolucionarios del arte contemporáneo, Marcel Duchamp. La película se estrenará en la ciudad este martes 19 a las 21 horas en la Sala Niní Marshall de la Casa de la Cultura.
Por otro lado, Cuizine adelantó que “arrancamos esta semana con los cursos de verano de francés, que continuarán hasta febrero. Mantenemos la actividad durante estos meses para las personas que no toman vacaciones. Las clases sirven para la gente interesada en estudiar el idioma para ampliar sus conocimientos o por trabajo, ya que tenemos orientación al sector turístico”.
Las inscripciones pueden realizarse a través de la página de Facebook, Alianza Francesa Tierra del Fuego o por mail: alianzafrancesatdf@gmail.com
Sobre “Todo lo que veo es mio”
En 1918 sucedieron en la Ciudad de Buenos Aires dos importantes hechos históricos: la inesperada llegada de la nieve y la visita de una estrella dadaísta, Marcel Duchamp. El artista que se animó a pintarle bigotes a la Mona Lisa tocó suelo porteño escapando de las restricciones de la Primera Guerra Mundial, y teniendo como único contacto con sus compañeros del movimiento las cartas de puño y letra en las que describía las extrañas costumbres de los argentinos. A través de las posibilidades infinitas de la ficción, Todo lo que veo es mío reconstruye los días de Duchamp entre las visitas a los lagos de Palermo y el ritual del mate.
Filmado en un elegante blanco y negro, el largometraje de la dupla Galperín-Podolsky muestra al creador del arte conceptual en la intimidad de una pieza alquilada, besando su pipa y enloquecido por encontrar la jugada perfecta de ajedrez, y devela las imágenes que nunca se encontraron sobre ese misterioso y breve exilio en la capital más austral de Sudamérica. Cada plano onírico que se acerca a la belleza compulsiva nos impregna en la retina la ilusión de que, al salir de la sala, podremos encontrar una huella de Duchamp en alguna esquina.