Personal técnico y guardaparques de la Administración de Parques Nacionales (APN) iniciaron durante el mes de febrero los relevamientos terrestres y aéreos del área afectada por el incendio “El Centinela” en el Parque Nacional Los Alerces, que se encuentra actualmente controlado tras alcanzar una superficie de 6.924 hectáreas, de las cuales 2.333 corresponden al área protegida.
De las tareas iniciales participaron agentes de la Dirección Regional Patagonia Norte de Parques Nacionales, junto a guardaparques de conservación territorial y técnicos del Departamento Incendios, Comunicaciones y Emergencias (ICE) del Parque.
El objetivo del primer relevamiento en terreno fue analizar el comportamiento que tuvo el fuego, conocer el detalle de las tácticas y estrategias de combate definidas por las áreas técnicas y operativas y realizar un reconocimiento visual de diversos efectos del fuego en el entorno y sus características ambientales (tales como severidad de quema, afectación del suelo, tipo de vegetación presente, presencia de especies exóticas invasoras, presencia de fauna por registros de huellas y directos, presencia de ganado, posible afectación de bienes materiales, etc.).
Durante las recorridas se identificaron áreas con diferentes niveles de impacto del fuego, incluyendo parches verdes dentro de los sectores quemados. Se relevaron diversas especies de fauna y flora, registrando la presencia de árboles semilleros que podrían propiciar la recuperación natural de algunos sectores. Se realizó además una primera identificación de posibles lugares a restaurar.
Asimismo, durante la recorrida aérea se pudo observar desde otra perspectiva el entorno completo de las áreas identificadas como parches verdes con semilleros, así como también las áreas afectadas con mayor severidad. También se sobrevoló el área de Reserva Natural Estricta cercana a la cola del incendio, observando el estado del bosque del que hacen uso especies de importancia como el huemul; a la vez que se registraron fotográficamente los signos de incendios viejos y la presencia de indicios de mal estado sanitario de algunos parches de lengas.
Próximas acciones y relevamientos
Luego de las recorridas se realizaron reuniones con el área de Conservación del Parque Nacional para acordar futuros relevamientos en conjunto, así como el diseño de las tareas de restauración activa y pasiva a desarrollar una vez que el incendio se declare extinguido.
Entre dichos relevamientos se destaca el análisis de severidad del fuego, consistente en un análisis satelital del área verde presente antes y después del fuego. El mismo posee una instancia de calibración a campo, por lo que se diseñarán salidas para tomar datos sobre parches de vegetación con diferente afectación (quemado, chamuscado, no quemado). Estos análisis se complementarán con la identificación de parches de vegetación viva dentro del quemado, así como también con un análisis de posible pérdida del suelo debido a mayor o menor pendiente y su falta de vegetación, a realizar a través de sistemas de información geográfica (SIG).
La presencia o ausencia de ganado y/o especies vegetales y animales exóticas e invasoras (pinos, rosa mosqueta, jabalí, ciervo colorado) permitirá también jerarquizar los sectores que requieran acciones de restauración activa con respecto de aquellos que puedan recuperarse naturalmente o que sólo precisen de acciones que ayuden a disminuir las amenazas para que suceda esa recuperación natural (como, por ejemplo, el alambrado de algún mallín o la colocación de troncos del propio quemado sobre el suelo con el fin de dar sostén y evitar la erosión por lluvias).
Para estos análisis y diagnósticos también se tendrán en cuenta aportes de información científica generada desde el ámbito académico. La elaboración de estos análisis permitirá generar un informe de evaluación ambiental del incendio con sus recomendaciones para la restauración, las cuales podrán ser enmarcadas posteriormente en un plan de restauración.
Fuente: Parques Nacionales