A cuatro años de la promulgación de la Ley N° 21.202 sobre humedales urbanos, ninguno de los procesos de declaratoria de humedal urbano existentes en la comuna de Viña del Mar ha sido resuelto. De acuerdo con un informe de Fundación Terram, esta comuna tiene los parches de vegetación nativa urbana más importantes de la región, muchos de los cuales se han visto afectados por incendios en los últimos tres años.
Pese a los intentos de las organizaciones de la sociedad civil y la comunidad viñamarina por proteger quebradas y cursos de agua, a la fecha la comuna de Viña del Mar no cuenta con ningún humedal reconocido por ley. Y, aunque ya han pasado dos años desde la primera solicitud admitida a trámite, Estero Reñaca, ninguno de estos procesos ha sido resuelto.
En medio de las pérdidas humanas, materiales en biodiversidad y ecosistemas que dejó el mega incendio de la Región de Valparaíso a comienzos de febrero del presente año, que los humedales y la vegetación nativa que allí existe no tengan una protección legal es una situación preocupante. Un ejemplo de ello es el humedal “Entre Cerros”, que está en proceso de declaratoria y que fue consumido por las llamas en el reciente incendio.
Viña del Mar, si bien es una comuna altamente urbanizada, también posee los parches de vegetación nativa en la cuidad más valiosos de toda la región. Así lo evidencia el informe elaborado en el marco del Proyecto Tayú, sobre Diagnóstico de los Recursos Vegetacionales de la Región de Valparaíso, donde se menciona que Viña del Mar, siendo la comuna con la menor superficie de la Región, posee el 52% de la superficie de vegetación nativa dentro del casco urbano, con una distribución en 62 fragmentos, los que en total suman 668,4 hectáreas.
De los humedales que están en espera de su declaratoria, existen dos afectados por proyectos inmobiliarios: uno de ellos es “Borinquen”, admitido a trámite, en el que tanto la comunidad como el municipio de Viña del Mar intentaron paralizar las obras, pero perdieron la batalla legal en la Corte Suprema. El otro es el humedal “Cerro Libre”, iniciativa que fue admitida a trámite, pero luego rechazada, situación que los vecinos intentan revertir. Respecto al proyecto inmobiliario que se desarrolla en este lugar, se han realizado diversas acciones, sin embargo, este sigue su ejecución.
Para Pablo Madrid, geógrafo e investigador técnico del Proyecto Tayú, los humedales en zonas urbanas ameritan un pronto reconocimiento: “Este proceso es clave para resguardarlos de diversas amenazas como la expansión inmobiliaria, la contaminación o la construcción de carreteras. Estos ecosistemas proporcionan el nicho ecológico de una valiosa biodiversidad y constituyen lugares que mejoran la calidad de vida de las comunidades aledañas. Las organizaciones sociales y ambientales de Viña del Mar involucradas activamente en el levantamiento de información para las solicitudes de declaración, ya han esperado demasiado tiempo, por lo cual urge agilizar y acelerar los procesos de declaratoria de los humedales urbanos”.
Joaquín Gómez, coordinador territorial del Proyecto Tayú de la Fundación Terram, financiado por la Unión Europea, agrega que “no sólo ningún humedal urbano ha sido declarado, si no que hábitats tan importantes para la Palma Chilena como los bosques y matorrales se encuentran abandonados. En este sentido, es importante considerar que el Santuario de la Naturaleza Palmar El Salto, declarado en agosto de 1998, solamente representa una fracción del área total en que vive esta importante especie en esta región. Además, la figura de Santuario, aunque es mejor que nada, es insuficiente, ya que por sí misma no impide la depredación anual que se realiza para el mercado de semillas de esta especie en peligro de extinción, ni tampoco implica algún tipo de inversión para mejorar la situación de la unidad. Las poblaciones importantes de Palma Chilena debiesen contar con una mayor categoría de protección”.
Entre noviembre de 2021 y septiembre de 2023, en Viña del Mar se han admitido a trámite cinco solicitudes de reconocimiento de humedal urbano, levantadas por diversas agrupaciones vecinales y/o ambientales, tales como Corporación Viña Nativa, Fundación Kan Kan, Comité Ambiental Ekuwun y Agrupación Entre Cerros.
Fecha | Acción |
30 de noviembre 2021 | Se declara admisible la solicitud de reconocimiento de humedal urbano al Estero Reñaca.[1] |
19 de octubre 2022 | Se declara admisible la solicitud de reconocimiento de humedal urbano a la Quebrada Borinquen.[2] |
07 de diciembre 2022 | Se declara admisible la solicitud de reconocimiento de humedal urbano a la Quebrada Kan-Kan.[3] |
07 de julio 2023 | Se declara admisible la solicitud de reconocimiento de humedal urbano a la Quebrada Entre Cerros.[4] |
04 de septiembre 2023 | Se declara admisible la solicitud de reconocimiento de humedal urbano a la Quebrada Cerro Libre.[5] |
Crece tensión en conflictos socioambientales
A los conflictos en torno a humedales y al malestar de las comunidades por no contar con protección jurídica de sus parches de vegetación nativa, se suma la agudización del conflicto en Placilla de Peñuelas, también registrado por el Proyecto Tayú. Se trata de un territorio que está siendo intervenido por la construcción de la Línea de Alta Tensión 2×220 Nueva Casablanca-La Pólvora-Agua Santa.
El proyecto ha recibido el rechazo de diversas organizaciones de la sociedad civil, así como también de municipios, desde que ingresó al proceso de evaluación ambiental en 2020. A pesar de esto, y de la opinión desfavorable de servicios con competencia ambiental en el proceso, como Conaf, el proyecto obtuvo su Resolución de Calificación Ambiental el 14 de febrero de 2023, la cual recibió una serie de Recursos solicitando su invalidación, incluyendo el de la Municipalidad de Casablanca.
Debido a las denuncias realizadas ante la Superintendencia de Medio Ambiente, la construcción de diversos tramos del trazado ha sido paralizados en diferentes momentos, dada la afectación hacia diferentes especies de plantas geófitas, que son especies que viven parte importante de su ciclo vital bajo suelo, mediante estructuras de reserva como bulbos, tubérculos, cormos, entre otras estrategias. Algunas de ellas están en categoría de conservación, como la orquídea Chloraea disoides Lindl. (en peligro crítico [CR] -DS 41/2011 MMA-) y Alstroemeria marticorenae Negritto & C.M. Baeza (en peligro [EN] -DS 44/2021 MMA-) que habitan en los lugares de emplazamiento.
A pesar de las acciones realizadas por las comunidades afectadas, el titular del proyecto continuó con las faenas de instalación, y el 15 de febrero pasado llegó a las cercanías del Salto del Agua en Placilla, un elemento geográfico natural de gran importancia para la Provincia de Valparaíso, considerada la única cascada costera del centro-norte de Chile, con cerca de 80 metros de caída, y que ya se ha intentado declarar Monumento Natural con base en la Convención de Washington. La organización Placilla Unida por el Medio Ambiente se ha mantenido movilizada hasta la fecha. En el contexto de este conflicto, el viernes 01 de marzo, se realizó un bloqueo de carretera en ambos sentidos de la Ruta 68.
Otro punto de conflictividad creciente se encuentra en las inmediaciones del Parque Andino Juncal, el único reconocido en categoría internacional RAMSAR en los Andes Centrales, y es uno de los principales alimentadores hídricos del río Aconcagua, gracias al sistema glaciar de esa cuenca. La familia propietaria del Parque, además de diversas organizaciones sociales, se encuentran alertas desde 2019, por las intenciones de la compañía minera chileno-canadiense NUTREX SPA de desarrollar una explotación en los terrenos directamente colindantes al parque. Hasta el día de hoy, dichas intenciones se habían materializado en perforaciones, tronaduras y otras actividades, hasta febrero de 2024, momento en que la Coordinadora de Defensa del Valle de Akunkawa, emitió una declaración en que informa que NUTREX SPA anunció su voluntad de ingresar al parque con ayuda de la fuerza pública para delimitar de forma permanente su pertenencia minera, frente a lo cual llamaron a estar alertas y negarse al desarrollo de este proyecto.
(*) Este artículo es una colaboración de Fundación Terram.