El estudio detectó ibuprofeno, efedrina y otras drogas, sustancias que pueden afectar la fauna local.

Los vertidos de aguas cloacales y la incineración de residuos llegan hasta estas heladas tierras. También influyen la actividad científica en la región y el creciente turismo que llega a través de barcos crucero.

Un estudio, publicado en la revista Environmental Research, informa la presencia de sustancias de origen humano con capacidad de alterar el sistema hormonal de los animales, en cantidades a veces similares a las encontradas en aguas continentales de otras partes del mundo.

Se detectaron retardantes de llama organofosforados y alquilfenoles. Entre los metales pesados destacan las concentraciones de aluminio, sustancia que interfiere en la actividad hormonal, neurológica y reproductiva de los animales.

Pero lo más llamativo es la presencia de drogas de uso médico como ibuprofeno, paracetamol, efedrina y diclofenac, y también recreativas, como cocaína y cafeína.

De los 46 medicamentos buscados se encontraron 12. El grupo de los antiinflamatorios tenían mayores concentraciones.

“Las condiciones climáticas del continente antártico, con fríos extremos la mayor parte del año, podrían retardar o dificultar los procesos de degradación microbiana y fotodegradación de este tipo de contaminantes”, señala Luis Moreno, investigador del Instituto Geológico y Minero de España (Igme), quien realizó un estudio.

Y agrega: “Su persistencia en el medio acuático se va a incrementar, y también la exposición de ellos a la cadena alimentaria”.

Participación argentina

El estudio fue realizado por científicos del Instituto Geológico y Minero de España, de la Universidad Autónoma de Madrid.

Expertos del Instituto Nacional del Agua de Argentina colaboraron con la toma de muestras en arroyos, lagunas y drenajes glaciares antárticos.

También se muestrearon vertidos de aguas residuales sin tratar en zonas especialmente sensibles debido al turismo y a la presencia de bases científicas.

El principal metabolito de la cocaína fue detectado cerca de la base argentina Marambio. Según los científicos, las concentraciones son “similares” a las halladas en cursos de agua de España, Italia, Bélgica y Reino Unido.

Los autores recomiendan continuar investigando, establecer sistemas de vigilancia y muestreo continuado.

También, trabajar en los protocolos de regulación, limitación y prohibición de uso de sustancias detectadas en altas concentraciones y que haya evidencia de su toxicidad.

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