EL ROMPEHIELOS presenta el ciclo Mitologías fueguinas.

Los días domingos y los miércoles publicaremos las apasionantes leyendas del pueblo selk’nam y del pueblo yámana.

Cultura Selk´nam: El origen de los guanacos

Entre los pueblos primitivos la caza era un ritual. Los selk´nam respetaban a los guanacos y sabían que el destino de su pueblo estaba ligado a estos animales.

Las filosas flechas, los arcos, el tendón que se tensa, el tenue sonido del disparo… Cada cazador, como habían hecho sus antepasados, llevaba a cabo con su brazo el trabajo de la naturaleza.

Lo selk´nam observaban de manera tan aguda la naturaleza, que surgían fantásticas historias como la del origen de los guanacos.

Cuentan que en tiempos remotos vivía un hombre viudo que tenía dos hijas muy hermosas de las que estaba enamorado.

Como deseaba convivir con sus hijas como si fueran sus esposas, urdió un plan: les dijo que estaba por morir; que ellas debían envolverlo con sus pieles y dejarlo con la cabeza descubierta, hacia arriba; que como se iban a quedar solas era necesario que se casen, y que había un hombre muy parecido a él que estaba interesado en tomarlas a las dos por esposas.

El hombre fingió su muerte. Las muchachas cumplieron su voluntad mientras lloraban con amargura.

Al tiempo, cuando todavía las hijas tenían el luto pintado en la cara, apareció el padre y les preguntó qué pasaba y les ofreció vivir con él. Ellas al principio se sorprendieron por el parecido de este hombre con su padre, pero recordaron su advertencia y decidieron aceptar. En seguida comenzaron a acariciarse y el hombre durmió esa noche con ambas.

Después de esto, los tres se convirtieron en guanacos.

Por eso hoy las guanacas comparten rebaño con su progenitor y se dejan montar por él.


Los primeros fueguinos, como hizo siempre toda la humanidad, han narrado el origen de su mundo, han elaborado ideas sobre la vida y la muerte, sobre la moral y las costumbres, han creado historias para contar los poderes de sus dioses y las hazañas de sus héroes, han desarrollado una rica mitología para explicarse a ellos mismos de dónde venían y quiénes eran.

Estas son historias que desde tiempos antiguos han servido para dar apoyo y enriquecer a los hombres y a las mujeres que se enfrentan a la experiencia de estar vivos.

Las leyendas que entretejían los ancianos frente al fuego, hoy llegan recreadas por la sobria pluma de Fede Rodríguez y los mágicos pinceles de Omar Hirsig.

Dejá que las Mitologías fueguinas te atrapen.

Fede Rodríguez
Ilustración: Omar Hirsig

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