El edificio que había sido prometido como “una nueva postal de Santa Teresita y todo el Partido de la Costa”, un centro multicultural de moderno diseño frente al mar, se convirtió en una trampa mortal para los obreros que trabajaban en su construcción.
Parte de la losa del que iba a ser su techo, una estructura de unos cincuenta metros de largo por quince de ancho, cedió cuando estaba siendo rellenada de hormigón.
En ese momento había una docena de hombres trabajando, seis de ellos salvaron su vida milagrosamente, pero cinco fallecieron y otro está desaparecido bajo los escombros.
El derrumbe ocurrió pasadas las 13.30, en el predio de costanera entre calles 43 y 44.
“Se oyó un estruendo impresionante”, describió un vecino, e inmediatamente comenzó un operativo de rescate del que participan más de cien hombres, entre bomberos, policías y rescatistas de Defensa Civil de distintas localidades de la costa.
Las escenas en el lugar son dramáticas: familiares de los trabajadores llegaron están en el lugar a la espera de novedades; un equipo de psicólogos lo asiste.
Los rescatistas trabajan sin pausa con martillos neumáticos y sierras para romper el hormigón y cortar la estructura de hierro, bajo los que quedaron atrapados los operarios.
Cada tanto hacen sonar un silbato para pedir silencio e intentan oír alguna voz, algo que los oriente en la búsqueda de los desaparecidos.
Tres horas después del derrumbe, el jefe de Defensa Civil, Augusto Giacheti, confirmó a este diario que cuatro cuerpos habían sido localizados por los perros del equipo K9, una ONG de rescatistas, y hacían esfuerzo con maquinarias para poder retirarlos.
La caída de la estructura fue de aproximadamente unos 15 metros, quedó tendida en el suelo y en pie seis gruesas columnas de hormigón.
Por el momento no fueron confirmadas las identidades de las víctimas, quienes llegaban allí para trabajar desde Villa Gesell y Mar del Plata.