Diego Faccone, biotecnólogo de la UNQ e investigador del Conicet, explica cuáles son los riesgos de la resistencia a los antimicrobianos.

Faccone es uno de los primeros graduados en biotecnología de la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ). También es investigador del Conicet y trabaja en el área de antimicrobianos en el Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas (INEI) de la Administración Nacional de Laboratorios e Institutos de la Salud (ANLIS) Dr. Carlos Malbrán. En esta entrevista, explica por qué se trata de un desafío de salud pública y comenta detalles sobre un estudio científico original al respecto que lo tiene como autor.

-Su especialidad son los antimicrobianos: ¿que son y qué desafíos presentan?

-Los antimicrobianos son moléculas que se utilizan para tratar pacientes que tienen distintos tipos de infecciones. Se descubrieron hace casi 100 años, revolucionaron la medicina moderna y nos permiten tratar a personas con infecciones sencillas, como la urinaria, y muy severas, como la meningitis. Hoy no se piensa en tratar a un paciente sin antibióticos y lo que pasa es que las previsiones a futuro no son alentadoras.

-¿Por qué no son non alentadoras?

-Hay una mala previsión respecto al aumento sostenido de la resistencia que hace que estos antibióticos ya no tengan actividad sobre bacterias que son multirresistentes; con resistencia extrema o tan resistente que ya no hay antibiótico útil para tratarlas. Es un tema que está en agenda hace varios años y que preocupa a todas las naciones, no solamente a nuestra institución. Nosotros aportamos nuestro granito de arena desde acá, pero es un problema a nivel mundial.

-Junto a su equipo publicó un artículo que advierte que este problema se agravó en la pandemia de covid-19. ¿Podría narrar detalles al respecto?

-De manera reciente publicamos un artículo en la Revista Pathogens sobre el aumento de la resistencia a los antimicrobianos durante la pandemia, cuando emergieron bacterias con múltiples mecanismos de resistencia. El trabajo tiene un impacto muy importante porque es el primero de ese tipo en la región y alerta sobre lo que está pasando en el ámbito hospitalario donde hubo mucho estrés, no solamente psicológico sino también en los sistemas de salud.

-¿Qué otros aportes realizan para combatir la resistencia microbiana?

-En nuestro laboratorio caracterizamos y estudiamos a las bacterias resistentes, pero las medidas de control y prevención se toman a niveles superiores. Eso se hace desde el Ministerio de Salud junto con el Ministerio de Agricultura, ambos de Argentina. Además, hay un plan nacional transversal de control de la resistencia que busca monitorear, a nivel hospitalario y del consumo social, el uso erróneo o excesivo en la sociedad y en los sistemas productivos. Esto se da en la población general porque la gente tiene acceso a comprar antibióticos como si fuesen de venta libre, aunque no lo son. Y lo mismo sucede en la producción animal, donde se utilizan antibióticos como agentes promotores de crecimiento de una forma desmedida. Todo eso influye e impacta directamente en el aumento de la resistencia.

¿Existen articulaciones regionales o internacionales de planes de acción con laboratorios e instituciones que estudian esta problemática?

-Nuestro laboratorio es referencia regional en resistencia a antibióticos. Realizamos asistencia técnica a todos los países de Latinoamérica y el Caribe, trabajamos con la Organización Panamericana de Salud (OPS) y también colaboramos con la OMS en el área de la vigilancia a la resistencia. Aportamos en la caracterización de gérmenes y para generar alertas sobre lo que pasa. Además, capacitamos a los laboratorios de los hospitales de todo el país para asegurar un correcto diagnóstico, tenemos un control de calidad nacional y latinoamericano, y evaluamos el impacto de las metodologías diagnósticas. Tenemos muchas actividades. El papel central lo ocupan múltiples instituciones y nosotros tratamos de cumplir nuestra parte.

Por Silvio Guillermo Santichia. Estudiante del Taller de Comunicación de la Ciencia y Periodismo Científico (2023), Licenciatura en Comunicación Social, Universidad Nacional de Quilmes, Argentina.

Fuente: Agencia de Noticias Científicas

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