El presidente de AFARTE Federico Hellemeyer ratificó la aspiración del sector empresario de que el congelamiento salarial que acordaron con la UOM se extienda a los gremios de Camioneros, Comercio y Seguridad, y a todos los prestadores de servicios de la industria, para bajar costos.

Advirtió que la paz social, que implica mantener las dotaciones de metalúrgicos al 13 de noviembre, cuando se firmó el acuerdo, está garantizada pero “tiene un límite” en caso de que la seccional Río Grande avance con medidas de fuerza.

Para Hellemeyer no hay alternativas al congelamiento generalizado y, si los gremios las encuentran, festejó “la creatividad”, reiterando que esperan la propuesta de los proveedores en el corto plazo.

En diálogo con la prensa, Hellemeyer se refirió a la decisión de la UOM Río Grande de no acatar el acuerdo. “Estamos siguiendo la situación con preocupación, si bien es un acuerdo firmado por ellos y homologado. Queremos creer que este es un debate interno que se está dando en la seccional y en definitiva se va cumplir, porque lo que se hizo fue para preservas las fuentes de trabajo”, les recordó a los metalúrgicos. “El acuerdo tiene efecto desde el mismo 13 de noviembre, porque cuando se habla de paz social y mantenimiento de los puestos de trabajo, se hace en función de las dotaciones al 13 de noviembre. Esta es la parte del compromiso empresario y, en junio de 2018, cuando venzan las paritarias, comenzará la obligación de la parte obrera sobre la suspensión de las negociaciones paritarias por dos años”, sentenció.

Dado que para la UOM la eliminación de las licencias no automáticas rompió el statu quo que había impuesto el acuerdo, Hellemeyer sentó una postura contraria. “Para nosotros esto no afecta el statu quo, en tanto no cambien las barreras arancelarias que protegen la fabricación nacional. Las licencias no automáticas, las famosas DEJAI, eran efectivas para frenar la importación cuando teníamos un gobierno que las usaba discrecionalmente, pero el gobierno actual no ejerce ese trato discrecional. Lo que hace con esta medida es eliminar algo que ya se venía dando. Efectivamente estas licencias no automáticas ya no estaban sirviendo como protección. El importador sabía que tenía una mínima burocracia de días y no tenía dudas sobre el cumplimiento del trámite. Al importar insumos, nosotros conocemos el procedimiento del comercio exterior y esto no cambia nada. Se percibe una cierta desprotección en el plano psicológico, pero esa percepción es absolutamente un placebo”, graficó.

Respecto de la situación de ASIMRA, que nuclea a los supervisores de las empresas y no congeló salarios, Hellemeyer no mostró mayor preocupación por la diferencia numérica con los afiliados de la UOM. “ASIMRA no firmó el acuerdo que firmamos con la UOM y tampoco formó parte del acuerdo marco con el gobierno nacional y provincial. Nosotros respetamos la representatividad de ASIMRA y hay una cuestión numérica evidente, porque de los 9.700 puestos de trabajo que tenemos, 9.200 son de la UOM y 500 son de ASIMRA”, contrastó.

Igualmente siguen “en conversaciones con ellos para llegar a un acuerdo, con una visión distinta de la UOM”, dijo.

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