Una diseñadora hace trajes de baño con botellas y redes de pesca. Dos hermanos fabrican lapices a partir de papel de diario de descarte. Son solo dos ejemplos de muchas iniciativas de reutilización y reciclaje que proliferan en nuestro país y que buscan dar nueva vida a materiales que usualmente terminan impactando en la naturaleza.

La basura, en especial la proveniente de artículos manufacturados con plástico, están trayendo muchos problemas a nivel global. Producimos, consumimos y generamos residuos a escalas desproporcionadas y los ecosistemas naturales ya no pueden lidiar con tanta basura, lo que acarrea graves consecuencias. Afortunadamente son cada vez más las iniciativas que buscan dar nueva vida a los residuos convirtiéndolos en materia prima para nuevos productos y evitando que terminen impactando en la naturaleza. Ya hemos hablado en otras oportunidades de iniciativas como Net Positiva, un proyecto impulsado por el Instituto de Conservación de Ballenas y las empresas Bureo y José Moscuzza Redes para reciclar 200 toneladas de redes de pesca por año, y del trabajo de Econciencia, una fábrica de Buenos Aires que fabrica muebles con madera plástica, material creado completamente a partir de plástico recuperado. En esta oportunidad conoceremos dos nuevos proyectos relacionados al reciclaje y reutilización de residuos: Isla de Lobos, una marca de ropa con trajes de baños hechos a partir de plásticos reciclados, y Suyana, un emprendimiento cordobés que fabrica lapices a partir de papel de diario.

De la pesca a la moda

Isla de Lobos es una marca de indumentaria creada por Sofía Curi, diseñadora argentina que recicla redes de pesca para crear trajes de baño. Sus productos, de alta calidad y diseño, son elaborados con telas sintéticas producidas con un 60% de materiales plásticos reciclados, en una apuesta de la diseñadora por una moda sustentable. Según Sofía su decisión de comenzar a elaborar prendas a partir de materiales reciclados surge debido a que la industria de la moda a generado un gran impacto en el ambiente en los últimos 50 años, debido a que los materiales que se utilizan para la elaboración de prendas tienen un alto contenido de plásticos que no se biodegradan y permanecen en la naturaleza durante cientos de años. “Nuestros géneros son idénticos a los tradicionalmente usados, están hechos siguiendo el mismo proceso de mezclar lycra con poliamida y/o nylon. Sólo que la poliamida y el nylon que utilizamos proviene de redes y botellas de plástico que se retiran de los océanos (en vez de constituidos desde cero en fábricas que producen residuos plásticos y muy polutos). Desde este lugar, nuestros géneros tiene doble beneficio: por un lado no generan tanto desperdicio plástico en el momento de la confección, pero por otro lado, la producción de estos géneros ayuda a que se sigan limpiando nuestros mares y océanos” explicó la diseñadora.

Por otro lado, en su sitio web, la marca asegura que sus productos son de gran calidad, lo que garantiza una larga vida útil. “Trabajamos nuestras colecciones en torno a materiales que trascienden temporadas y los reutilizamos incentivando así a que nuestras clientas combinen artículos nuevos con otros de temporadas anteriores. También compartimos con nuestras clientas tips y todo tipo de asesoramiento para ayudar a conservar mejor los productos y darles así una vida más larga” explican en el sitio web de Isla de Lobos.

Escribiendo un futuro sustentable

Suyana es el nombre del emprendimiento de un hermano y una hermana de Mendoza que fabrican lapices a partir de papel de diario reciclado. La iniciativa que toma su nombre de la palabra “oportunidad” en quechua, ya lleva vendidas 11000 unidades de este producto sustentable y elaborado de forma totalmente artesanal. “Con una hoja de diario doble carilla hacemos ocho lápices y para el armado nosotros cortamos el papel, con las medidas necesarias, luego lo desinfectamos para eliminar virus y bacterias, pasamos al pegado del grafito con el papel y se enrolla para darle forma al lápiz” explicó Matías Miranda, el joven mendocino que junto a su hermana Dagma transforman basura en una herramienta de creación.

Se trata de una idea muy sencilla pero con un gran impacto positivo. La cantidad de papel que se desecha por día proveniente de la producción de diarios llamó la atención de estos emprendedores quienes tuvieron la gran idea de reutilizar todo ese desecho y darle una nueva oportunidad. Matías y Dagma consiguen su materia prima en la planta de residuos sólidos urbanos de General Alvear, ciudad de donde son oriundos. El 60% de los residuos que allí ingresan son papel y cartón. Los lapices producidos gracias a la reutilización del papel, mediante una técnica 100% artesanal, son tan resistentes como los de madera, disminuyen la cantidad de residuos y fomentan una cultura de consumo responsable, principalmente entre los más pequeños, que es a donde apunta el proyecto.

Estos proyectos son muy importantes ya que, por un lado, tienen un impacto directo en la reducción de residuos, pero también significan una oportunidad para los pequeños emprendedores que pueden encontrar en el reciclaje y la reutilización una fuente de materia prima accesible, abundante y sustentable. La creciente toma de conciencia sobre las problemáticas ambientales y la necesidad de reducir los costos de producción seguramente nos traerán cada día nuevas iniciativas como estas.

Abel Sberna
Fuente: parati.com.ar / lavoz.com.ar / infonegocios.info

Seguí leyendo El Rompehielos: ECOLOGÍA

Deja tu comentario