Roberto A. Chenú (Buenos Aires, 1942). Escritor e historiador. Llegó a la isla en 1952.

Es bachiller agrotécnico egresado de la Misión Salesiana, Maestro Normal Superior y radioaficionado. Fue religioso salesiano y cursó estudios de filosofía y teología.

Escribió colaboraciones para la revista Radiotécnica, Diario Noticias, Tribuna Provincial, Tiempo Comunitario. Fue comisionado varios años por el entonces Gobierno Territorial en la Comisión de Desarrollo Curricular, para desarrollar y crear material didáctico regional para las escuelas primarias y secundarias de la isla. Recopiló mucha información básica regional y escribió un gran número de relatos y poesías referentes a Tierra del Fuego.

Sus obras más recientes son: Filfíl, Manual regional Fueguino, Fagñanito, Kemanta y Fueguinos en conflicto.

Hace unos años, creó un sitio dedicado a la literatura fueguina sites.google.com/site/obrasderobertochenu/.

Muchas de sus obras las firmó con el seudónimo de: Juan Kaikén.

Desde mediados del 2017, se encuentra internado en el Hospital Regional de Río Grande.

Algunas poesías de Roberto Chenú:

Profecía

Mataron ballenas
focas y pingüinos,
ya no quedan lobos,
zorros y aves sueltas.

Mataron al Indio
del bosque y pradera
pagaban en libras
pechos y cabezas.

Trajeron ovejas,
castor y leyenda.
Molesta el guanaco
el cóndor, mi letra.

Fábricas fantasmas,
galpones, miseria.
Nerón era un ángel.
Estos, sucia greda.

Las llamas del norte
pastan en mi tierra,
Chatarra importada
son las nuevas cuentas.

La Isla indignada
pasará la cuenta.
Será una factura
muy larga y violenta.
Temblará la tierra,
subirán las aguas,
con viento y con niebla.

Volverán las ratas,
romperán las piedras.
Sodoma y Gomorra
serán Cenicientas.

Comerase el padre
a hijos y suegras,
brotarán cloacas,
estiercol, guaneras.

Cuando todo pase,
Cuando nadie quede:
labraré la tierra
vamos compañera!


El Misionero y la india

Ferrando ya está cansado
de tanta turba cortar,
arrear ganado, cuerearlo,
con viento, lluvia y helar.

Don Fagnano se ha marchado
y ya nunca volverá
a traerle los consuelos
con su fuerza y caridad.

Solo regresa del campo.
solo el campo, sólo el mar,
los indios se mueren solos,
Ferrando es soledad.

Letizia lo vio ese día
andar de aquí para allá,
rerrando mira a Letizia
la quiso de verdad.

La india púsose ropa,
juntos al cabo se va
miran distinta la vida
miran distinta la mar.

-¡No puedes! ¡sos religioso!
tus votos debes templar!,
Si estuviera aquí Fagnano…
el orden se cumplirá.

-Yo sólo quiero dispensa
porque me quiero casar.
No quiero tierra, dinero:
con Letizia he de marchar.

Un día se fueron solos,
con lo puesto nada más,
pero llenos de alegría
la semilla de un hogar.

Estuvieron en San Pablo,
Puerto Douglas, Navarino,
María Behethy ya al final,
en amor tienen un hijo
del misionero yagán.

Don Fagnano desde el cielo
mira a Ferrando pasar
con su mujer y su niño
navegando el gran canal.


Peones

En Ushuaia mandaba
el director del Penal.
En Río Grande reinaba
la Anónima Comercial.

De todo tenía el gallego,
o asturiano, qué más da.
Con sus socios trueca cueros
por un mendrugo de pan.

Exportaba mucha lana.
fue pionero de verdad,
muelle puente tren grasero,
alambrados, rifles: ay!

Qué extraños esos peones,
morenos, largo callar,
caras redondas, mirando
los cerros y el más allá.

-Son Onas,
tené paciencia,
les cuesta,
ya aprenderán

Diarrea les hace el guiso,
pulmonía al arropar,
locura el alcohol barato,
muertos en vida ya están.

Historia, recuerda historia,
al lobero que saqueaba.
al Lista que masacraba,
ya la anónima comercial.

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