Días atrás, el Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto lanzó una nueva rama de la página web de cancillería: la de la Dirección Nacional del Antártico (DNA).

“No se quiere lo que no conoce” es una frase que resuena poco en relación a algunos conceptos; pero resulta bien aplicarla principalmente para dos campos conceptuales: Derecho y Soberanía.

La comunicación es un derecho en sí mismo, todos los ciudadanos deben estar a la misma altura cuando se trata de acceder a lo que desde el Estado nacional se realiza en determinadas áreas. En su web, la DNA cuenta que su función es “realizar la programación, planeamiento, coordinación, dirección, control y difusión de la actividad antártica argentina”.

Y la última palabra, “difusión”, es la que le da más peso a la frase evocada dos párrafos atrás. Si la ciudadanía no conoce lo que realiza su país en un territorio que es disputado, no es posible que le interese. Si no lo interesa, no lo querrá.

En la web es posible acceder a la historia argentina en el Continente Blanco. Y, además, enterarse de las últimas noticias en relación al trabajo antártico, conocer las caras de quienes trabajan allí y, lo que es fundamental, cuáles son las labores que realiza el Instituto Antártico Argentino que, a través de la investigación científica, ayuda a sostener y argumentar el reclamo soberano argentino.

Resulta evidentemente obvio decir que no todo puede ser del interés de todo el mundo, sin embargo, las historias que pueden contarse de lo que sucedió y sucede en el Sur del Sur son muchas y de gran peso y a veces solo hace falta difundirlas.

En la nueva página de la DNA hay eso: historias, informes, archivos y otros elementos que, en suma, permiten acceder de manera directa y simple para que muchos puedan ejercer el derecho a saber y, en un camino paralelo, comprender que la soberanía no sólo es cosa de hombres con saco y corbata.

www.cancilleria.gob.ar/es/iniciativas/dna/

 

Imágenes: Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto

Gastón Lodos

 

 

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