El Concejo Deliberante de Ushuaia sancionó, tras un intenso debate, la prohibición para la instalación de salmoneras en el ejido urbano local, incluyendo la instalación de fabricas vinculadas y el armado de las jaulas utilizadas dentro de esta industria. Un mensaje jurídico y un posicionamiento político contundente que requiere un eco en la legislatura provincial.

USHUAIA. Después de un intenso debate, el Concejo Deliberante de Ushuaia sancionó la ordenanza que prohíbe la instalación de salmoneras en el ejido urbano de la ciudad. El articulado original además de ordenar la prohibición instruye al ejecutivo municipal a coordinar con las autoridades provinciales y nacionales la “prohibición de instalación o emprendimientos de salmoneras”.

Además de informar al Ejecutivo Provincial, la Legislatura y el Gobierno Nacional y las Cámaras que integran el Congreso de tal ordenanza.

El puntapié del debate lo dio el concejal por el Espacio de Concertación Social, Silvio Bocchicchio quien recordó que “el problema de las salmoneras es histórico, no hay que investigar demasiado” y recordó las experiencias en Chile, “para entender el daño ambiental que provocan”.

Consideró que “compartimos el espíritu” pero cuestionó que “el ejido urbano termina en la línea de costa”, y que la misma es competencia de Prefectura Naval. “Entonces si prohibimos la instalación de Salmoneras dentro del ejido urbano es obvio, porque no hay mar” insistió.

Opinó que se trataba de “una muy buena ordenanza, con una muy buena intención, que la compartimos” pero que debería ser mediante un pronunciamiento de parte del propio cuerpo deliberativo mediante una resolución.

Por su parte, el concejal radical Juan Manuel Romano señaló que, si bien entendía el planteo de su par de ECoS, “entiendo nuestra responsabilidad que tenemos como parlamentarios en la ciudad de Ushuaia”, y adelantó su voto positivo a la ordenanza.

Lo entendió “a modo de expresión hacia el asunto que estamos tratando en este momento”, y apeló a que la Legislatura Provincial pueda tratar el tema, tal como fue solicitado el año pasado.

“No me parece malo ni bueno, me parece prudente sacar una expresión contundente sacar un proyecto de ordenanza respecto al daño ambiental que puede producir este tipo de emprendimientos” argumentó.

Por su parte, el concejal Juan Carlos Pino fue por esta misma línea e insistió que “cuando hablamos del ejido urbano hablamos del frente costero” y que el ejecutivo municipal “tiene facultades sobre la costa que hoy está emplazada dentro del ejido urbano”.

“Está más que claro que no van a poner una salmonera arriba de la montaña”, pero que se trata de una expresión “jurídica y política desde este cuerpo de concejales”, y que el mensaje recopila lo que “la ciudad quiere al respecto” de la instalación de salmoneras.

Romano en tanto volvió a pedir la palabra y solicitó que “más allá de la discusión que se pueda dar en el parlamento provincial”.

Para Bocchicchio “se trata de un tema serio”, y que esta “expresión, entre comillas, contundente” del Concejo Deliberante debería ser “no a las salmoneras. No a las salmoneras acá. No a las salmoneras en el Beagle”, para cuidar el recurso turístico por excelencia.

“Digamos no a la salmonera con una resolución, ese es un pronunciamiento contundente” disparó, y puso en duda “cómo va a caer en los ámbitos técnicos”. Argumentó que se trataba de un discurso cambiado.

Pino en tanto le recordó que “el Concejo tiene facultades dentro del ejido urbano. Por supuesto que estamos en contra de las salmoneras en todo el canal Beagle” y que el mismo proyecto contempla la protección del turismo.

“No se puede desconocer que hay que dar un mensaje político y jurídico sobre este tema, y las facultades que tiene este Concejo Deliberante justamente es hacer ordenanzas, y quizás este sea un mensaje a la Legislatura para que sea determinante en el sentido de prohibir la instalación de salmoneras en Tierra del Fuego” argumentó el presidente del Concejo.

En tanto, el concejal por Cambiemos Tomás Bertotto recordó que “el año pasado en la última sesión aprobamos un pedido a la Legislatura de la provincia para que ellos promuevan una ley que prohibir en toda la provincia de Tierra del Fuego la instalación de salmoneras. Eso es lo único que sirve” aseveró.

Y que, sin esta ley “siempre va a haber riesgo de que en algún momento haya una decisión política y se instalen las salmoneras en algún lugar” reparó. “Más allá de las intenciones de que no está agenda. No está en agenda hoy, y sí está mañana” aventuró.

Para Bertotto la expresión del Concejo ya estaba dada desde el año pasado con esta resolución, pero además presentó otra ordenanza que quedó en la Comisión 3 donde se prohíbe “la construcción de cualquier artefacto que pueda ser utilizado para la industria salmonera” argumentando que se trata “básicamente de jaulas que después van a ser utilizadas y se van a llevar navegando”, lo que resultaría en “impedir el avance de la industria salmonera en nuestro canal Beagle”.

El mopofista Ricardo Garramuño consideró en tanto que se trata de un mensaje “fuerte institucional desde el Concejo Deliberante” y que el proyecto incluye “en todo el ejido urbano la instalación de salmoneras”, y que “tenemos un plan de manejo costero que están vigente, que hay que respetarlo”.

Insistió en que se trata de un “mensaje contundente, más allá de una minuta o resoluciones que se han aprobado” y se esperanzó en que “este menaje institucional lo pueda copiar la Legislatura provincial”.

Romano entonces planteó como necesario agregar al articulado “caso contrario -en el artículo dos-, se prohíbe la instalación de factorías, plantas de elaboración provenientes de las salmoneras” dentro de la ordenanza en debate.

“Me parece importante que podamos expresarnos fuertemente al respecto” insistió el concejal radical, y que “cuando mañana sea sancionada la ley nos vamos a ver en la obligación de adherir”.

Bertotto volvió a solicitar la palabra y pidió además que se incluya la prohibición de todo artefacto que pueda ser utilizado para la industria salmonera amparado en que “si bien las salmoneras se van a instalar en el canal, se van a fabricar dentro del ejido urbano de Ushuaia. No las van a ir a fabricar a Moat, o a Harberton”.

“Lo que tenemos que hacer es prohibir con una ordenanza la fabricación de jaulas dentro del ejido urbano, porque sí las van a fabricar acá” puntualizó el edil por Cambiemos. “Mandamos primero un pedido a la Legislatura que votamos todos por unanimidad para que hagan la ley y prohíban la salmonera” recordó, y que “por si no les alcanza, prohibir la fabricación de jaulas”.

Finalmente, el proyecto presentado por el concejal Juan Carlos Pino consiguió la aprobación 6 a 1 con la incorporación de un segundo artículo con los planteos de Bertotto y Romano. El único voto en contra, firme en su postura, fue del concejal Bocchicchio, tras lo cual la ordenanza resultó sancionada.

Los ediles llevaron al extremo sus posibilidades jurídicas y políticas al remarcar, mediante una ordenanza -que es la expresión máxima a la que puede acceder el parlamento local-, la intención el pueblo de Ushuaia de decirle, una vez más, no a las salmoneras en Tierra del Fuego.

 

Pablo Riffo

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