El titular de la Asociación de Fábricas Argentinas Terminales de Electrónica, Federico Hellemeyer, contó que desde la puesta en vigencia del Decreto 117/17 no se fabrican más notebooks, netbooks y tablets en el país. Hoy sólo se importan, lo que derivó en el aumento de su valor de casi un 40%, impulsado por la devaluación del peso frente a la divisa extranjera, mientras que los productos electrónicos nacionales (celulares, televisores y aires acondicionados) aumentaron un 9%. A pesar de la mejora en la competitividad de la actividad fueguina, el nivel de demanda de producción cayó entre el 40% y el 50%.
Los componentes que insume la fabricación en Tierra del Fuego AIAS son en gran medida importados, lo que deviene en un encarecimiento del producto final; sin embargo, se absorbió el incremento de la devaluación en otras etapas de la cadena productiva, lo que evitó que ese aumento se traslade de forma directa a los precios.
Ya no se producen más notebooks, netbooks y tablets en Argentina debido al Decreto 117 del 2017, que estableció que a partir de abril de ese año el derecho a importación de esos tres productos informáticos cayera del 35% al 0% en todo el país. Esta medida liberó el mercado de importaciones y las fábricas, imposibilitadas de competir contra el gigante chino, migraron a otras esferas. Hellemeyer relató en declaraciones a FM Centro que esa transición tuvo un impacto en la industria fueguina y se cobró 200 puestos de trabajo.
Según el último informe del INDEC, la utilización de la capacidad instalada en la industria de junio se ubicó en el 61,8%, nivel inferior al registrado en el mismo mes del año anterior (67,1%). Hellemeyer corroboró estos datos afirmando que disminuyó el nivel de demanda de producción entre el 40% y el 50%.
Sin embargo, los empresarios no pierden las esperanzas de que el panorama del sector cambie hacia fin de año, a pesar de que reconocen que no existe ningún elemento concreto que indique que la retracción del consumo interno se revierta y que se dinamice la demanda. Hellemeyer expresó que “no se puede seguir así”.
Una de las variables que más afecta a la dinámica industrial fueguina es el dólar y las diferentes medidas que toma el Gobierno Nacional para contener la divisa extranjera. Por un lado, la suma del dólar impactó en el incremento del precio de los componentes que las fábricas compran. Recordemos que los productos de Tierra del Fuego AIAS son colocados en el mercado interno, por lo que su precio es en pesos. Por otro lado, para contener la escalada del dólar, el Banco Central de la República Argentina incrementó las tasas de referencia, lo que impacta en la tasa de interés de las diferentes líneas de crédito: es decir, comprar en cuotas cada vez sale más caro. Además, la depreciación de la moneda nacional derivó en la disminución del poder adquisitivo de los salarios. Y el motor de una economía basada en el consumo proviene justamente de la clase trabajadora, a la que se le depreció el salario y que no puede comprar en cuotas. Conclusión: retracción del mercado interno.
A todo esta ensalada hay que agregarle un condimento más: la caída del subrégimen industrial establecido a través de la Ley Nacional 19.640. El año 2023 se presenta como un año clave para la industria fueguina, plagado de incertidumbres, con muchos actores nacionales que se configuran como acérrimos opositores a esta normativa; sin embargo, el titular de AFARTE se mantiene optimista, ya que han logrado mejorar desde la industria la competitividad de los productos, por lo que sienten que llegan a esa discusión “en mejores condiciones”.
Luz Scarpati
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