En lo que va del año el precio del dólar incrementó su valor casi en un 50%, a pesar de las herramientas que dispuso el Gobierno Nacional a través del Banco Central de la República Argentina (BCRA) y que intentan inundar el mercado cambiario de dólares para que la sobreoferta disminuya su valor. El instrumento que vienen utilizando son las LEBACs (Letras del Banco Central). Ahora, con el cambio de autoridades en el organismo, la gestión Macri planea desarticularlas, implementando un nuevo mecanismo: las LETEs (Letras del Tesoro) y la subasta de dólares. Sin embargo, las tasas de interés de las LEBACs continúan aumentando a la par de la apreciación del dólar.
Las LEBACs son un instrumento financiero que busca que los inversores opten por la compra de este título en vez de dólares, tentando a los bonistas con tasas de interés altas. Estas letras no son otra cosa que deuda. Es un compromiso que, en este caso, adquiere el BCRA con el tenedor de bonos, en el que pagará por cada peso invertido en LEBAC un 47% más en el plazo de un año. Esto debería operar de dos formas: por un lado, los inversores se ven tentados a destinar su recursos a estos títulos, reduciendo la demanda sobre el dólar, lo que según las corrientes del libre mercado debería hacer que el precio de la moneda extranjera -por lo menos- se mantenga; por el otro, saca pesos de circulación del mercado interno y como el Gobierno Nacional adjudica la inflación a la emisión monetaria (a la famosa maquinita de imprimir billetes) debería haber una reducción en ese sentido. El dilema es que ni baja la inflación, ni el dólar. Tal vez, y sólo tal vez, podríamos pensar que la inflación está más atada al precio del dólar que a la emisión de pesos.
Con la salida de Federico Sturzenegger del Banco Central y el subsiguiente desembarco de Luis Caputo, el Gobierno Nacional decidió desarticular las LEBACs para comenzar a darle manija a las LETEs. Este instrumento opera en la economía de otra manera: los pesos no son retirados del sistema sino que son devueltos inmediatamente a través del gasto público desde del Ministerio de Finanzas. El Gobierno Nacional lanza este instrumento para contener el precio del dólar, que incrementó en lo que va del año casi un 50%, y para que los tenedores de LEBACs se vuelquen a este título. Las LETEs también son deuda, en este caso del Estado y esta vez en dólares.
¿Por qué erradicar las LEBACs? Porque son una bomba de tiempo y el equipo económico de Dujovne lo sabe. La deuda en LEBACs superó el billón de pesos, y el peligro es que los tenedores de este bono decidan volcarse de forma masiva a la compra de dólares, lo que generaría una corrida cambiaria que derivaría en un nuevo incremento de la moneda extranjera. Se estima que hoy el stock de LEBACs en manos de extranjeros equivale a unos US$4000 millones.
El problema con las LETEs es que es deuda dolarizada del Estado argentino en vez de en moneda nacional, en un escenario internacional muy complejo, porque el dólar de Estados Unidos subió en el mundo, lo que genera que el precio de la soja -principal producto de exportación de Argentina- (por lo que su comercialización permite el ingreso de dólares fresquitos al mercado) disminuya.
Todos estos elementos ponen de relieve que la liberación del mercado cambiario no fue una buena idea y que la inflación está más atada al dólar que a la emisión de billetes. Pero ¿qué hace que el dólar suba?
Alejandro Vanoli, economista y ex titular del Banco Central, fue consultado por este tema y dijo que la creciente dolarización es producto de dos cosas: “Una apertura comercial y una apertura financiera irrestricta, que han generado un déficit externo record” y agregó en declaraciones a FM Centro que “se ha quebrado la confianza en los mercados y más aún cuando la única salida que Argentina ha encontrado a la crisis es el endeudamiento, lo que genera una percepción de que el país es menos solvente”.
El acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) por el crédito stand-by de 50.000 millones de dólares y la recategorización de Argentina como “mercado emergente” de la consultora internacional MSCI son dos condimentos más a este guiso de LEBACs, LETEs y dólares. Porque esa recategorización es producto de la liberación del mercado cambiario dispuesta por el Poder Ejecutivo (la eliminación del cepo), herramienta que limitaba la fuga de divisas y que el Gobierno Nacional no podrá implementar si quiere sostener esa nueva etiqueta.
¿Cuál podría ser el impacto de todo esto en Tierra del Fuego AIAS? Para el nuevo ministro de producción nacional, Dante Sica, un dólar a 29 pesos ayuda a limitar la importación de productos, fortaleciendo la producción nacional que se comercializa en el mercado interno, como los fabricados en nuestra Provincia. Sin embargo, para Vanoli la industria nacional pierde competitividad “con tasas de interés prohibitivas, un mercado interno que se achica y tarifas altas” y concluyó que “la devaluación algo va a reducir la competencia extranjera, pero mucho más reduce la demanda del mercado interno por la la pérdida del poder adquisitivo del salario”. A esto le sumamos que las mismas LEBACs desinsentivan la inversión en generar producción local.
Hubo una pésima lectura del contexto internacional; no sólo se optó por el endeudamiento en dólares en un momento de tasas crecientes en el mundo, además se abrió una estrategia importadora en un momento en el que el mundo está haciendo todo lo contrario. Países como China, la Unión Europea y EEUU se volcaron a dinámicas crecientemente proteccionistas. El mundo se está desglobalizando y Argentina, a contramano, se abre a ese mundo.
Luz Scarpati
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