La Nación – WASHINGTON.- Jorge Faurie reiteró ayer el trabajo que los cancilleres argentinos cumplen todos los años: renovó en las Naciones Unidas el reclamo argentino por la soberanía de las islas Malvinas y pidió, otra vez, zanjar la disputa con el Reino Unido en una negociación. Pero Faurie ofreció también claros gestos a Londres y a los kelpers, una nueva evidencia de la política de acercamiento que ha desplegado el gobierno de Mauricio Macri en busca de construir confianza para abrir el diálogo.
“Las negociaciones se hacen cuando el interlocutor suscita confianza. El diálogo en confianza es imprescindible, y esto es lo que estamos trabajando en estos dos años de gestión de Macri”, dijo Faurie, en diálogo con LA NACION. “La confianza se reconstruye con mucha perseverancia y paciencia. No depende solo del paso del tiempo, sino de que usted haga los gestos correctos en ese proceso”, ahondó.
Al renovar el reclamo por las islas Malvinas ante el Comité de Descolonización de las Naciones Unidas, Faurie agradeció al Reino Unido por la cooperación en la búsqueda del submarino ARA San Juan, marcó “una nueva fase” en la relación bilateral y destacó a los isleños por la acogida que les dieron a los familiares de los caídos en la guerra de 1982, cuando viajaron a visitar las tumbas con nombres en el cementerio de Darwin, un giro franco respecto de los años de confrontación del kirchnerismo.
“La Argentina no es indiferente a los intereses de los isleños, ni a su bienestar ni a su prosperidad. La República Argentina tiene un compromiso en su Constitución nacional, el de respetar el modo de vida de los habitantes de las islas”, puntualizó el canciller.
Pero el acercamiento tiene un límite: Faurie dejó en claro que para la disputa sobre Malvinas no es aplicable el principio de libre determinación de los pueblos. Descolonización y libre determinación, remarcó, “no son sinónimos”.
Los isleños fueron representados por dos miembros de la asamblea malvinense, Ian Hansen y Rogers Edwards, que insistieron en el referéndum de 2013, en el que decidieron permanecer bajo tutela británica. “Tenemos derecho a decidir nuestro propio destino, pido al comité que deje de lado los reclamos falsos de la Argentina”, señaló Hansen.
Faurie reiteró el ofrecimiento a los isleños de acceder a la educación y la salud “en pie de igualdad con todos los argentinos” en el territorio continental. Y se refirió a otra novedad “en el horizonte”: un nuevo vuelo a las islas desde un país del Mercosur, que hará escala en un aeropuerto internacional de la Argentina, que se sumará al vuelo adicional que ya existe. Ese vuelo, dijo el canciller a LA NACION, podría terminar de definirse entre septiembre y noviembre. Afirmó que la cuestión de la soberanía “se mantiene incólume”, pero, a su vez, reafirmó la intención del Gobierno de avanzar en otros temas para “crear confianza, y ver los intereses potenciales que tiene la relación”.
Tal como ocurre todos los años, el Comité aprobó una resolución por consenso, presentada por Chile y copatrocinada por Cuba, Nicaragua, Bolivia y Ecuador, que insta a la Argentina y al Reino Unido a reanudar negociaciones bilaterales para solucionar la disputa.