El presidente de AFARTE Federico Hellemeyer fue consultado por FM La Isla sobre el impacto de los tarifazos en el sector, y expuso que “obviamente el tema nos preocupa, ya que la energía en las distintas formas en que viene como servicio público, es un insumo industrial, pero el tema más preocupante para nosotros tiene que ver con cómo esto afecta el poder adquisitivo de la gente”, subrayó.
“Nuestros trabajadores están en una situación bastante particular, que tiene que ver con la suspensión de paritarias y por ende el congelamiento salarial, con lo cual esto no es una buena noticia para ellos y mete más tensión en una ecuación que no es conveniente que tenga tensión”, agregó sobre la presión de recomposición que puede acarrear la caída de poder adquisitivo por el aumento de tarifas.
“Por otro lado, si uno piensa en la gente a nivel consumidores, tampoco es una noticia positiva porque todo lo que tiene que ver con la energía eléctrica en particular, es un factor disuasivo para el consumo de aire acondicionado”, alertó. “Irónicamente, el aumento del gas es un factor alentador para el consumo de aire acondicionado, porque precisamente hace que la gente se mueva de opciones de calefacción a gas a opciones de calefacción eléctrica. Es un tema muy delicado. Esta cuestión del atraso tarifario y salir del berenjenal en que nos metimos, para una micro y macroeconomía que quiere salir adelante, complica y mucho”, reconoció.
Se le preguntó si hubo reuniones con autoridades nacionales para exponer esta postura y el efecto sobre sectores productivos: “La verdad el tema nos excede. Si bien nos preocupa, es un tema transversal de toda la economía y no sé si somos nosotros quienes debemos llevar esta preocupación. Por supuesto la compartimos, pero en nuestra agenda tenemos prioridades mucho más urgentes, que tienen que ver con la supervivencia de la industria en Tierra del Fuego, que hacen que este tipo de partidos no los podamos protagonizar nosotros”, dijo. “Por supuesto el aumento tarifario es para todos los sectores y en todos los lugares del país lo están recibiendo. Es una cuestión particularmente gravosa en la Capital Federal y el área metropolitana, porque estos sectores tenían los viejos subsidios que hacen que ahora el salto sea descomunal”, observó, sin olvidar que allí se ubica gran parte de los grandes consumidores.
Respecto del panorama en Tierra del Fuego, dijo que “la situación afortunadamente es de una cierta calma, por supuesto hay ansiedad respecto de la incertidumbre que nos rodea, pero estos tres o cuatro primeros meses del año van siendo similares en materia de volumen a los del año anterior, quizás un poco más en televisión por lógicas razones, y el nivel de actividad nos está acompañando”. “Hay ansiedad, pero la actividad se está desarrollando normalmente. Entiendo que dentro del sindicato hay un determinado debate y estamos charlando con los distintos sectores no sólo por los temas salariales y las inquietudes que pueda tener la gente, más allá de que estén suspendidas las paritarias, sino que también estamos charlando de procesos productivos y tenemos toda la agenda abierta, trabajando intensamente y tratando de vivir día a día, viendo cómo mantenemos la actividad en este contexto”, expresó. “La realidad es que, desde el lado del consumo, si bien hay una buena noticia porque no se ha desplomado como ocurrió con otros sectores, tampoco crece a volúmenes que sean promisorios. La cuestión tarifaria impacta de distinta manera a los diferentes estamentos socioeconómicos. Mientras hay gente para la cual estas correcciones pueden ser significativas pero marginales dentro de su presupuesto, hay otra gente para la que es determinante en su presupuesto”, sentenció.
De todos modos, reconoció una retracción que podría atravesar todos los sectores, porque “en general, las capas media y media alta, donde no tiene una incidencia tan determinante la tarifa, también están reconsiderando sus gastos en función de los cambios en el presupuesto familiar”, concluyó.