La Winter Swimming World Cup se celebrará por tercer año en El Calafate. Nadadores de 20 países se sumergirán en aguas a 2°C frente al glaciar Perito Moreno. “No hay otro evento así en el planeta”, destaca Matías Ola, organizador y referente de la natación en aguas frías.

En pleno invierno, cuando la mayoría busca refugio del frío, un grupo de nadadores se lanza al agua en el Lago Argentino. Lo hacen sin trajes de neopreno, frente a una de las postales más imponentes de la Patagonia: el glaciar Perito Moreno. Entre el 4 y el 10 de agosto, El Calafate será sede de una nueva edición de la Winter Swimming World Cup, un evento internacional que convoca a competidores de todo el mundo y posiciona a Santa Cruz como capital argentina de la natación en aguas gélidas.

“El crecimiento que tuvo esta competencia en solo tres años es impresionante. En 2024 participaron 160 nadadores; este año esperamos más de 200, de 20 países distintos”, contó Matías Ola, nadador y presidente de la Fundación Nadando Argentina, en diálogo con Radio Provincia. “Esto es posible gracias a la promoción, al apoyo del sector privado y al trabajo conjunto con la provincia, que apuesta a que este evento se consolide”.


Un campeonato extremo, único en el mundo

Según las reglas, no se permite el uso de neopreno, la temperatura del agua ronda los dos grados y los recorridos van de 50 a 500 metros. Dependiendo de la distancia, cada nadador puede pasar entre 2 y 40 minutos en el agua. “Parece imposible, pero se puede. Cualquiera que sea nadador puede animarse, lo importante es la preparación previa al contacto con el frío”, explicó Ola.

La experiencia no termina al salir del agua. Y es que el evento incluye un circuito cuidado, con zonas de recuperación, saunas y espacios calefaccionados. Y, como frutilla del postre, se ofrece una inmersión glacial abierta al público general. “No hace falta ser nadador. El 8 de agosto cualquiera puede animarse a entrar al lago, con la guía de un instructor”.

El evento está declarado de interés turístico nacional, y además de promover una disciplina deportiva aún poco conocida, busca dinamizar la economía local en temporada baja. “Muchos de los que vienen a competir o acompañar terminan recorriendo otras partes de Argentina. Es un movimiento real de turismo internacional que tiene como punto de partida El Calafate”, señaló el nadador.


Frío, viento y comunidad

La organización tiene todo previsto, incluso las condiciones patagónicas más adversas. Si el clima lo impide, la competencia puede reprogramarse dentro de la misma semana. “El viento es el único factor que puede suspender una jornada. La nieve o la lluvia no nos detienen”, aclaró.

El evento crece año a año no solo en cifras, sino también en participación comunitaria. “Cada vez más gente del Calafate se acerca, colabora, participa. Necesitamos voluntarios y siempre hay vecinos que se suman. Eso es fundamental, porque esto lo organiza una ONG. Y queremos que el evento se vea bien en el mundo”, afirmó.

Para Matías Ola, nadar frente al glaciar tiene un significado profundo. “Es el único lugar del mundo donde se realiza una competencia así. No hay otro evento donde nades cara a cara con un glaciar como el Perito Moreno. Eso es lo que hace que vengan nadadores desde tan lejos. Y eso es lo que tenemos que valorar”.

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