Un grupo de científicos, ingenieros y técnicos liderados por el Mayor Alejandro Paz trabaja en diferentes proyectos que buscan llevar sus logros a una tercera expedición al Polo Sur.
En la Antártida se desarrollan numerosos proyectos científicos que realizan diferentes investigaciones en las bases argentinas durante tiempos variables según las necesidades y las condiciones climatológicas.
Uno de esos proyectos es el que dirige el Mayor Alejandro Paz, que trabaja en la Dirección General de Investigación y Desarrollo del Ejército Argentino y hace aproximadamente tres años fue designado oficial de enlace con el Comando Conjunto Antártico.
En su adolescencia, Paz vivió en Base Esperanza, en la Antártida Argentina, cuando su padre -también militar- estuvo a cargo de la base durante la campaña del año 1994.
Actualmente, el Mayor Paz coordina la Misión Tecnológica Antártica que reúne a unas 25 personas, entre investigadores, científicos y técnicos, y comprende siete proyectos, todos orientados al desarrollo tecnológico en el continente blanco.
El proyecto troncal de la misión es el Vehículo Terrestre No Tripulado Antártico con Inteligencia Artificial (UGV, por sus siglas en inglés), al que bautizaron “Skua”, en referencia a un ave antártica. “Le pusimos skua porque para nosotros representa nuestros ojos y es una de las aves autóctonas que todo antártico conoce”, detalla Paz.
Además, “el UGV está complementado con un sistema y ese sistema es un georadar que puede determinar las grietas, sus dimensiones y el estado del terreno que está bajo la superficie”, agrega el Mayor.
Para acoplar el georadar al UGV fue convocada la empresa argentina Geoaustral, cuyo director, Ignacio Borsani, se sumó a la misión antártica. “La idea de esto es que en el futuro se proyecte para expediciones en las cuales pueda existir un cierto riesgo del tránsito, ya sea para vehículos o personas”, explica Borsini.
“El objetivo principal que nos impusimos es conquistar el Polo Sur y poder llevarle una garantía, unas medidas de seguridad, a esta tercera expedición que contaría con un sistema único: un vehículo no tripulado terrestre complementado con un georadar que va a permitir preservar la vida humana y los recursos materiales”, adelanta con entusiasmo el Mayor Paz.
Por su parte, Borsani asegura que “poder aportar el asesoramiento técnico, el conocimiento profesional y el equipamiento en sí para lo que puede ser un hecho histórico como la conquista del Polo Sur usando esta herramienta como no se hizo antes nos genera una satisfacción enorme”.
Fuente: Télam