Gaceta Marinera – Es uno de los cargos independientes del buque escuela. Su equipo de trabajo, de apenas seis personas, cumple un rol central durante el viaje.
En navegación – Al emprender un viaje de varios meses son muchos los aspectos que resultan imprescindibles para navegar y garantizar el bienestar de la tripulación. En este sentido, el Taller de Reparaciones Electrónicas de la fragata ARA “Libertad”, apropia un trabajo tan silencioso como imprescindible: asegurar la operatividad de todos los sistemas de comunicación y de navegación del buque.
Su “bunker” de trabajo es una pequeña oficina contigua a la camareta de cabos, (del centro hacia la proa del buque), donde la actividad es constante. Un mundo compuesto de cables, computadoras, planos de redes, téster y soldadoras, donde los marinos de este cargo independiente resuelven cada problema que se presenta, desde un driver que no funciona en una PC o un teléfono celular que no carga, hasta un sistema de radar que presenta alguna novedad.
“Todo lo que tenga que ver con el mantenimiento de equipos, radares, GPS o antenas está bajo nuestro cargo. Contamos con especialistas electrónicos, informáticos y radaristas; entre todos evacuamos las diferentes tareas que vayan surgiendo”, explica su Jefe, Teniente de Navío Ingeniero Eduardo Leiva.
El abanico de trabajos es muy amplio, por lo que el equipo se divide según sus especialidades, aunque todos colaboran entre sí. El Cabo Principal Gustavo Luciague junto al Cabo Segundo Emanuel Velásquez se ocupan de la parte informática (plaquetas, softwares, redes internas y equipos de computación), mientras que el Suboficial Segundo César Tiberi, el Cabo Principal Gustavo Toconas y el Cabo Segundo Fabián Felipe se centran en los radares y antenas que posee la fragata ARA “Libertad”.
Así, el taller no sólo asegura el correcto funcionamiento de sistemas claves para la navegación de la unidad, sino que también favorece a la comunicación de la tripulación mediante una red que permite enviar y recibir mails, además del mantenimiento de los aparatos de radiofrecuencias.
“Cada tripulante tiene acceso a una casilla de correo personal; de esa forma puede mantenerse en contacto con sus familias o seres queridos durante la navegación y acortar un poco las distancias; estar más cerca”, explica el Cabo Principal Luciague.
Al momento de relatar sus experiencias a bordo del buque escuela todos coinciden en el privilegio y el gran orgullo que les significa formar parte de la dotación del buque escuela y representar al país en cada puerto extranjero que visitan.
“Todos sabemos lo que significa estar a bordo de este buque, por eso disfrutamos nuestro trabajo y aprovechamos al máximo cada experiencia que nos toca vivir” firma el Cabo Segundo Vásquez, egresado el año pasado de la Escuela de Suboficiales de la Armada con el mejor promedio en su especialidad.
Y no es para menos. Un alto porcentaje de los tripulantes actuales no volverá a las cubiertas de la fragata ARA “Libertad” quizás en toda su carrera. Así que el tiempo de demostrar conocimiento, compromiso y profesionalismo es ahora, algo que los integrantes del Taller de Electrónica saben y cada día.