Tras 29 días de travesía Mariana Pabón e Iván Douglas dieron la vuelta a Península Mitre pedaleando y caminando. Una aventura a través de los rincones más inhóspitos de la isla de Tierra del Fuego que convirtió a Mariana en la primera mujer en completar la vuelta Península. EL ROMPEHIELOS dialogó con ellos para conocer los detalles del viaje.

Recorrer las tierras extremas de Península Mitre es el sueño de cientos de aventureros y aventureras de todo el mundo y no lo era menos para Mariana Pabón e Iván Douglas, dos jóvenes ciclistas y aficionados a la montaña de Ushuaia que en enero de este año decidieron probar suerte en aquellos alejados parajes a bordo de sus bicicletas. Con la intención de conocer los míticos rincones de uno de los sitios más maravillosos de nuestra provincia y de difundir la importancia patrimonial de la región y la necesidad de protegerla, Mariana e Iván prepararon su equipo y organizaron lo que en principio iba a ser una travesía en bicicleta por la costa norte de Península Mitre hasta Caleta Falsa, para continuar a pié hasta el Monte Campana y luego regresar.

“La idea de recorrer Península Mitre en bici surge después de que hicimos nuestra primera travesía larga. Calculando distancias empezamos a investigar y se nos ocurrió esta idea de acortar tiempos combinando bikepacking y el trekking” cuenta Mariana. El bikepacking es una combinación entre el senderismo y cicloturismo. Lo que se persigue con esta modalidad es recorrer en bici rutas naturales de algunos días por terrenos montañosos. A diferencia del cicloturismo tradicional se intenta que el equipaje sea lo más minimalista posible y en general se trasporta sobre la propia bicicleta (manubrio, debajo del sillín, en el cuadro) sin necesidad  de acoplarle alforjas ni parrillas.

Sin embargo, al llegar el momento de abandonar las bicicletas para completar el viaje programado, Mariana e Iván decidieron que las condiciones estaban dadas para continuar caminando y completar el recorrido hasta Ushuaia. “Antes de llegar a San Diego los planes cambiaron. Nos extendimos un poco más que llegar al Cerro Campana. Mariana tiro la idea de continuar y dar toda la vuelta, la cual logramos concretar terminando en Moat tras 29 días de expedición” explica Iván. Mariana relata que “al momento de llegar a Policarpo habíamos visto una inmensidad de paisajes muy lindos. Estábamos muy bien físicamente y en vista de la belleza de todo lo que teníamos adelante decidimos dar la vuelta completa. Teníamos suficiente comida también y las ganas de seguir recorriendo todo y conociendo la Península. Así que cuando llegamos al campana dijimos “che, vamos a seguir porque esto es increíble””.

De pronto, el viaje cambió por completo. Con toda la costa sur por delante, sin planificación pero con las ganas y la energía puesta en el nuevo objetivo, la pareja expedicionaria continuó adelante. “Lo único que me preocupaba era el clima, que a veces cambiaba de la nada. Un día tuvimos un viento que literalmente nos tiró al piso y en otra oportunidad nos tocó un granizo que eran pelotas enormes de hielo” explica Mariana, quien no sabía que con la decisión de continuar adelante y dar la vuelta completa estaba haciendo historia.

“Cuando nos encontramos con el Paisa (uno de los pocos habitantes de Península Mitre) y me dijo “sos la primera mujer en dar la vuelta” me quedé sorprendida” relata Mariana. “La verdad es que no hice el viaje con ese fin, las cosas se dieron así. Yo estaba muy optimista y sabía que todo iba a salir bien. Creo que a partir de esto más mujeres se pueden animar al ver que se puede hacer. Si tengo que decirles algo a otras mujeres que estén pensando en aventurarse en Península Mitre seria que lo hagan con optimismo, confianza y convicción en ellas mismas” agrega.

“La verdad que yo me sentía bastante calmo, con mucha paz. Estar en el bosque con una dirección, que no te pesa nada porque llevas solo lo necesario para alcanzar la meta, la verdad es que me sentía bastante cómodo. Es todo inmensidad” explica Iván sobre su experiencia recorriendo la costa sur de Península Mitre, un territorio de exuberante belleza y diversidad de paisajes, al cual describe como “un lugar que no tiene comparación, donde podes ver todo junto, todos los paisajes, en pocos kilómetros. Es un lugar inhóspito y crudo, y hay que estar un poco más que preparado para sobrevivir un par de días allí”.

 

Según su relato, a Mariana la experiencia de recorrer la remota Península Mitre la llenó de felicidad, pero poder concretar la travesía requirió de mucha claridad mental. “Llega un momento que ya no pensás ni en el peso ni en tus piernas ni nada, porque lo único que buscas es la ruta para llegar a la meta” explica, y agrega que “por otro lado te encontrás con lo crudo del lugar. Estas en soledad con las costas, acantilados, playas y los animales. Por mi parte tenía mucha ansiedad de conocer y conocer, todo me daba curiosidad”.

El extremo oriental de la Isla de Tierra del Fuego no solo se destaca por su carácter de inhóspito y por su variedad y riqueza natural. Península Mitre también es un reservorio de la historia y de la cultura de quienes nos precedieron en estas tierras. Recorrerla da la oportunidad de visitar lugares que fueron escenario de las páginas más importantes de nuestra historia. “Yo creo que en los lugares donde más sentí eso fue en Slogget y en Bahía Aguirre” explica Mariana. “En Bahía Aguirre nos encontramos con Sergio (Anselmino) que ni sabíamos que estaba, y como nos quedamos bastante tiempo con Él, nos contó toda la historia del lugar”. Puerto Español, en Bahía Aguirre, es el lugar donde en 1851 fallece el misionero anglicano británico Allen Gardiner y sus compañeros al quedar atrapados sin comida ni auxilio.

“En Slogget esperaba encontrar algo más tétrico” relata Mariana al referirse al sitio donde Julio Popper estableció un puesto de lavado de oro a comienzos de 1891 y donde aún perduran los restos de aquel fallido emprendimiento. “Cuando llegamos al lugar descubrimos una playa hermosa. Allí visitamos la draga de Popper y los restos de la estancia” explica Mariana.

Recorrer un sitio como Península Mitre tiene un gran impacto para quienes viven la experiencia. Según Mariana: “Este tipo de experiencia te produce ciertos cambios, en especial te hace ver lo que es importante para cada uno. Yo creo que en cierta forma te cambia porque te ayuda a descubrir que somos capaces de vivir con lo básico, con poco y nada, y en lo personal me hizo reforzar los lazos, porque durante todo el camino pensás en muchas personas que uno quiere y aprendes a valorarlas más.”

Para Iván, vivir aquella experiencia “te hace volver a un estado más básico, sin las presiones de la ciudad, sin estar pensando en pagar impuestos o llegar tarde a algún lugar. Estas sin el reloj, en la naturaleza, como un ser casi primitivo”.

Uno de los objetivos de este viaje fue el de conocer la península y descubrir su valor y el de las maravillas que alberga para poder difundirlo y crear conciencia sobre la necesidad de su protección. Para Iván Península Mitre se debe proteger “porque habiendo tantos ambientes en una sola región, con costas, bosques, pastizales, payas y turberas, en fin, tanta naturaleza en estado puro, no se debe deteriorar. Es una de las pocas zonas a las que aún no se ha accedido de forma intensiva y debería conservarse así”.

Mariana, la primera mujer en recorrer por completo sus costas, considera que “la región debe protegerse por su riqueza natural y la cantidad de vida que contiene. Además es un lugar con una gran cantidad de historia. Es simple, esos son los motivos por los cuales hay que preservar Península Mitre”.

 

Abel Sberna

 

 

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