Con la implementación de cámaras de video submarinas con cebo (BRUVS) y la colaboración con pescadores locales, un equipo de científicos busca desentrañar los misterios de estas especies marinas y su conexión con los bosques de macroalgas, marcando un hito en la investigación marina en la región.

¿Sabías que en las aguas de Santa Cruz, más cerca de lo que imaginas, hay tiburones? Y la respuesta no es solo un simple “sí”, sino que detrás de este fascinante dato, hay un equipo científico de la Fundación Por el Mar trabajando para saber más de ellos y su relación con los bosques de macroalgas. Así, poder dirigir mejor los esfuerzos hacia la conservación de este ecosistema y especies clave del Mar Argentino como los tiburones.

En diálogo con TiempoSur, el equipo científico de la Fundación Por el Mar (PEM), brindó detalles de la primera campaña del proyecto de conservación de tiburones en la región. Este trabajo marca el inicio de una nueva investigación marina en Santa Cruz, donde la presencia de estas especies marinas ha pasado prácticamente desapercibida para muchos.

Crédito foto: Por El Mar 

“Esta fue la primera campaña dedicada exclusivamente a los tiburones”, señalan desde PEM. La elección de Puerto Deseado como base estratégica, se debe a “que venimos trabajando en la zona de Deseado y Pingüino hace un año con los bosques de macroalgas y logísticamente es más accesible ir a los sitios de muestreo”.

Crédito foto: Por El Mar 
 

La ría Deseado, hoy en día es un área protegida provincial, ha sido testigo de torneos de pesca de tiburones y alberga un histórico significativo de capturas de especies, ahora amenazadas. Sin embargo, “había muy poca información sobre qué especies están presentes, dónde se distribuyen en Santa Cruz”.

Para tener datos más actualizados y completar algunos vacíos de información de conocimiento, Por el Mar colabora con un proyecto que ya se viene desarrollando en Chubut. “Estamos utilizando una metodología acordada con Proyecto Arrecife, que es similar a la que ellos implementan en Chubut”.

El equipo monitorea la zona del Parque Interjurisdiccional Isla Pingüino, “y próximamente la ría Deseado y áreas cercanas a Puerto Deseado con cámaras BRUVS”.

Las cámaras BRUVS, según explican, son “estructuras de hierro atadas a una boya que sostiene una cámara estilo GoPro. Filma el fondo durante una hora y también sostiene un tubo con carnada para atraer al tiburón”. Este método permite identificar especies y determinar géneros.

Las cámaras se colocan en sitios estratégicos dentro y fuera de los bosques de macroalgas a profundidades entre 7 y 20 metros.

Además del trabajo de monitoreo con cámaras, el equipo científico mantiene entrevistas a pescadores de tiburones de la zona, para complementar la investigación. “Las entrevistas, la relación y el conocimiento que aportan los pescadores es muy valioso dado que ellos son los que más saben de la región y nos permiten aprender más sobre las distintas zonas de Santa Cruz donde se pesca tiburón, cuál es la época donde más se pesca y cuáles son las especies que más se pescan”.

Con este proyecto, la Fundación Por el Mar busca empezar a tener mayor información sobre las especies de tiburones que habitan la zona, su distribución, tamaños, si existe una estacionalidad en sus apariciones, qué relación tienen con los bosques de macroalgas, entre otras cosas. En febrero, la Fundación Por el Mar repetirá esta misma metodología para obtener más registros e información.

Fuente: Daniella Mancilla Provoste

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