Mientras Chile registra una nueva catástrofe ambiental en la región de la Patagonia con la muerte de más de 5.595 toneladas de salmones afectados por el florecimiento de un alga nociva que fue potenciado por los desechos de la misma industria y denuncias a la actividad por impactos ambientales, Tierra del Fuego avanza con el análisis del proyecto que prohíbe la salmonicultura en la provincia.
El proyecto que busca prohibir la salmonicultura en Tierra del Fuego, que lleva la firma de los legisladores mopofistas (Movimiento Popular Fueguino) Pablo Villegas y Damián Löffler, fue reingresado al ámbito parlamentario para su análisis en comisión, y se encuentra hoy en la comisión 1 de Legislación General que preside el oficialista Federico Greve.

Si bien la sesión ordinaria prevista para abril aún no fue convocada, Greve se manifestó en favor de llegar a la misma con un dictamen favorable y que pueda lograse la sanción de una ley.
Mientras tanto, del otro lado de la cordillera, esta semana se registra una nueva catástrofe ambiental por la muerte de casi 5.600 toneladas de salmones a causa del florecimiento del plancton, que reacciona a variables ambientales conjugados con el exceso de materia orgánica que desecha la misma industria salmonera a un sistema cerrado como lo es el fiordo Comau. Un impacto irreversible en el ambiente, atado a una industria que presiona para migrar a las aguas del Canal Beagle.

“Sabemos de la gravedad y del avance sobre la ecología y el ambiente que ha tenido en Chile. La verdad ha tenido consecuencias nefastas y esto está clarísimo” aseveró el legislador Federico Greve, y remarcó que “como legisladores tenemos que amalgamar las opiniones de todos los sectores”, en los que se encuentran pescadores artesanales, productores, conservacionistas e incluso el propio gobierno provincial. “Mi norte es la protección del ambiente” aseguró el legislador.
El proyecto estuvo en la comisión 3 de Recursos Naturales hasta que perdió estado parlamentario, ahora está siendo analizado entre los legisladores y “está por definirse si va a seguir en la comisión 1 o va a pasar a la comisión 3” adelantó Greve.
El legislador oficialista bregó por concluir en “una normativa que, de alguna manera cierre todos los intereses: que tenga que ver con el ambiente, que tenga que ver con la producción, que tenga que ver con lo que hay y que tenga que ver sobre todo con el cuidado del medio ambiente que es una línea que no se puede cruzar a los fines de hacer cualquier desarrollo: productivo, industrial. Cualquier desarrollo que se vaya a hacer en la provincia”.
Y es que, si bien la decisión política del gobierno parece ir en línea de una normativa flexible costas adentro, el asunto presentado originalmente por el MOPOF, y que perdió estado parlamentario, era más restrictivo. El nuevo Asunto, tomó las sugerencias realizadas en la última reunión de Comisión del 2020, construyendo un proyecto superador.
Por el momento todo indicaría que hay voluntades para avanzar. “Independientemente de lo que pase reglamentariamente, creo que hay que llegar a un dictamen consensuado” y que “hay un consenso generalizado en este sentido” entre los demás parlamentarios para concretarlo.

La insistencia del Movimiento Popular Fueguino y la puesta en marcha del trabajo legislativo por parte de los legisladores oficialistas son una muestra de que los espacios de coalición gubernamental tienen un acuerdo en que esta discusión no se extienda demasiado en el tiempo y, esta vez sí, la regulación de la actividad salmonera se concrete en Tierra del Fuego.
