La poesía entra en el sueño

como un buzo en un lago.

La poesía, más valiente que nadie,

entra y cae

a plomo

en un lago infinito como Loch Ness

o turbio e infausto como el lago Balatón.

Contempladla desde el fondo:

un buzo

inocente

envuelto en las plumas

de la voluntad.

La poesía entra en el sueño

como un buzo muerto

en el ojo de Dios.

 

de LOS PERROS ROMÁNTICOS, 1993.

Deja tu comentario