La Dirección Provincial de Salud Ambiental del Chubut confirmó que “el agua de Puerto Pirámides es segura para su consumo”, luego de cuatro días de restricciones desde la red domiciliaria de esa localidad ante la alerta por marea roja, informaron fuentes oficiales.

Esta confirmación surge porque, el pasado viernes, las autoridades pidieron a la población evitar la ingestión, ante el temor de que las toxinas presentes en los alrededores de Península Valdés se filtren por la planta desalinizadora, que toma agua del mar a orillas del Golfo Nuevo.

“Las muestras se realizaron por la presencia de diversas microalgas productoras de toxinas en alta concentración en la zona, con alta toxicidad determinada en moluscos bivalvos, las que fueron derivadas al Instituto de Hidrobiología de la Universidad de la Patagonia San Juan Bosco y el laboratorio de la Dirección Provincial de Salud Ambiental”, indicó un informe.

Tras la evaluación “no se detectó la presencia de estos componentes en el agua de la red de la localidad, por lo que el análisis arrojó resultado negativo, tanto para el análisis de toxinas como para microalgas, lo que implica que no se detectó la presencia de estos componentes en el agua de la red de la localidad”.

“Por lo anterior expuesto, a partir de la fecha concluye la restricción de la ingesta de agua producida por la Planta de Ósmosis Inversa y posteriormente distribuida en la localidad, que fuera oportunamente establecida en forma precautoria el día 30 de septiembre”, aseguró el parte oficial.

Las muestras sobre las que se trabajó fueron tomadas el viernes pasado en la salida de la Planta de Ósmosis Inversa (planta desalinizadora), en la cisterna de 1.500 metros cúbicos, en la del Camping municipal y en la de 500 metros cúbicos.

La medida de restricción en el consumo había sido formulada por el intendente de Puerto Pirámides, Fabián Gandón, ante “una crecida inusual de lo que se conoce como marea roja en los golfos Nuevo y San José”, que se ubican en el interior de Península Valdés, donde se constató la presencia de toxinas muy por encima de los valores habituales.

La presencia de ese componente es la principal hipótesis sobre la causa de la muerte de al menos 13 ballenas en menos de 8 días y la presunción de que hay más cadáveres de cetáceos florando en los golfos que aún no fueron visibilizados.

Respecto a la marea roja, el informe de la dirección de Salud Ambiental del Chubut recordó que “sigue vigente la restricción para la recolección y consumo de moluscos bivalvos y gasterópodos en todo el Golfo Nuevo y Golfo San José”.

Fuente: Agencia Télam

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