Cada día es más habitual encontrar en los supermercados un tipo de producto que hasta hace poco tiempo era exclusivo de las ferias artesanales: los alimentos de producción orgánica. En esta nota te contamos de qué se trata y cuáles son sus ventajas para la salud y el ambiente.
La producción de alimentos se ha industrializado de tal forma que cuesta saber qué es lo que uno se está llevando a la boca cada vez que prepara la cena. Las verduras, granos y frutos que llegan a nuestras mesas son el resultado de procesos altamente industrializados en los cuales intervienen técnicas avanzadas de mejoramiento genético y la utilización de cientos de químicos para el control de plagas y malezas.
Nuestro país cuenta con un desarrollo intenso de la agricultura con utilización de agroquímicos, que están siendo cuestionados y resistidos cada vez con mayor fuerza por los consumidores debido a las sospechas sobre los efectos que éstos tienen sobre el ambiente y la salud.
Desde el año 1999 nuestro país cuenta con la Ley 25.127 de Producción Ecológica, Biológica u Orgánica que regula la producciones de este tipo en el territorio nacional. Este tipo de agricultura se basa en un sistema de producción sostenible que promueve el cuidado ambiental mediante el fortalecimiento de la biodiversidad y la actividad biótica del suelo. Son además alimentos trazables, producto de un sistema de normas y fiscalización reconocido internacionalmente. Se basa en el uso mínimo de insumos externos, sin uso de fertilizantes y plaguicidas sintéticos, ni manipulación genética. Se utilizan métodos que minimizan la contaminación del aire, suelo y agua. Así, los productores, manipuladores, procesadores y comerciantes de alimentos orgánicos se rigen por normas que mantienen su integridad.
La producción orgánica está en auge en todo el mundo. Australia lidera las naciones con mayor producción orgánica, contando con unas 22 millones de hectáreas orgánicas certificadas. En Estados Unidos y Europa los consumidores demandan cada vez más la adquisición de productos orgánicos en busca de una alimentación más saludable, libre de los efectos de agroquímicos y procesos manipulatorios. La buena noticia es que Argentina se encuentra en segundo lugar en el ranking internacional, con 3,1 millones de hectáreas de producción orgánica certificada. Cada día resulta más habitual encontrar en las góndolas de los supermercados productos de primeras marcas con el sello de “Orgánico Argentina”, que garantiza que el producto ha sido elaborado siguiendo los estándares fijados por la Ley.
Los beneficios de la Producción orgánica en la salud y el ambiente son diversos. No debemos olvidar que, como reza el dicho, somos lo que comemos. Muchas cuestiones de salud y calidad de vida tienen relación directa con nuestra alimentación. Una dieta saludable, variada y responsable es fundamental para gozar de una buena salud. Sin embargo, no siempre los productos que compramos son lo saludable que suponemos que son. Allí entran los productos elaborados de manera orgánica. Al no contener substancias artificiales, los alimentos procedentes de la agricultura orgánica son asimilados correctamente por el organismo sin alterar las funciones metabólicas. Al mismo tiempo, al cultivar los alimentos en suelos equilibrados por fertilizantes naturales, los productos son más nutritivos ya que contienen unos niveles más altos de vitaminas, minerales esenciales, antioxidantes, hidratos de carbono y proteínas. En cuanto al impacto en el ambiente, también son notables las ventajas de la producción orgánica. Debido a los métodos aplicados y a la no utilización de agroquímicos, fertiliza la tierra, favorece la retención del agua y no contamina los acuíferos, fomenta la biodiversidad al mantener los hábitats de los animales silvestres, respeta los ciclos naturales de los cultivos, evitando la degradación y contaminación de los ecosistemas, entre otras tantas ventajas.
Elegir este tipo de producción es apostar por una forma de alimentarnos que mejora nuestra calidad de vida al preservar el ambiente y proveernos de una fuente de alimentos saludable. Si bien nuestra producción se encuentra ampliamente dominada por las técnicas industriales, el crecimiento de la agricultura orgánica es una buena señal para los tiempos futuros.
Abel Sberna

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