El Parque Interjurisdiccional Marino Isla Pingüino es el lugar perfecto y único para avistar a los pingüinos de penacho amarillo entre octubre y abril. El área protegida les ofrece cuidado y alimento a una especie que se encuentra amenazada. ¿Hacia dónde van en invierno? 

Existe en Santa Cruz un lugar único, donde los pingüinos de penacho amarillo viven y se reproducen entre los meses de octubre y abril. Para el comienzo de la temporada invernal, esta especie -considerada como vulnerable a escala regional y global- emprende un viaje por las aguas australes. 


Isla Pingüino le da nombre al Parque Interjurisdiccional Marino ubicado en Puerto Deseado. Ariel Rodríguez, intendente del Parque, cuenta cuál es el destino de esta especie: “En invierno, después de su temporada reproductiva, los pingüinos de Penacho Amarillo migran mar adentro. Una vez que los pichones de ese año y algunos juveniles se encuentran en condiciones -y cuando los adultos ya han mudado de plumas para poder ingresar al mar nuevamente por seis meses- migran hacia el este, manteniendo aproximadamente la misma latitud, pero al norte de las Islas Malvinas, a la altura de las provincias de Río Negro, Chubut y parte de Santa Cruz”. 

Durante el tiempo que los penacho amarillo pasan en Isla Pingüino, convierten al lugar en el único sitio en el continente a donde es posible observarlos. A tan solo 22 km. de la costa de Puerto Deseado, en pleno Mar Argentino, esta isla representa un espacio muy especial para el turismo de naturaleza. Para visitar esta exclusiva colonia, pueden contratarse excursiones en lancha que arriban al lugar, y en el camino avistar toninas overas o delfines. “La gente se ve sorprendida cuando hace las excursiones. Siempre supera las expectativas, sobre todo por la biodiversidad con la que cuenta todo el Parque. La gente nunca imagina interactuar tanto con los pingüinos, estar tan cerca de ellos”, explica Daniel Oscar Fuello de Puerto Penacho Excursiones. Daniel detalla que, desde la pandemia hasta ahora, la cantidad de turistas que se acercan al parque va en aumento, atraídos por el estado prístino de la isla y sus alrededores.


Lo que pasa es que los penachos no están de paso en Isla Pingüino. El lugar cumple un rol clave en el desarrollo de su especie: los penachos ponen sus huevos, los incuban y alimentan y ven crecer a sus pichones. En octubre se forman las parejas y ya en noviembre comienza la actividad en el nido. Para diciembre, ya pueden observarse pequeños pichones y el movimiento en la costa, cuando buscan comida para alimentarlos. En verano, durante enero, febrero y marzo, los pichones están más grandes y se los puede ver fuera del nido. Respetando sus nidos y tiempos, la época que pasan en Isla Pingüino es el momento ideal para observarlos y una oportunidad única, ya que, una vez que se sumergen al agua, se hacen invisibles a nuestros ojos, hasta que se termina el período invernal.

“El Parque Interjurisdiccional Marino Isla Pingüino es clave para esta especie porque es el área de alimentación en la temporada más vulnerable, cuando están en tierra, donde menor capacidad de defenderse tienen frente a algún tipo de amenaza, justamente porque ser especies adaptadas totalmente a la vida acuática”, explica Rodríguez. “Isla Pingüino les provee alimentación segura, ya que dentro de su área protegida hay actividades que no se encuentran permitidas”. Isla Pingüino asegura, además, la presencia de una gran cantidad de especies que son el alimento para sostener las colonias reproductivas, no solamente de penacho amarillo, sino también pingüinos de Magallanes, lobos marinos de un pelo, de dos pelos, cetáceos, delfín austral, toninas, que habitan la zona en temporada de verano.


Rodríguez explica que esa disponibilidad de alimentos  “está dada por la conservación de inmensos bosques de macroalgas que son áreas de reproducción de muchas especies emblemáticas para la alimentación de las especies de mayor porte. Dentro del área protegida, podemos encontrar en temporada alta sardina fueguina, calamares, calamaretes, anchoitas y otras de pequeño porte que son la base de sustentación de estas colonias reproductivas de pingüinos”. Según investigaciones científicas, el 38 % de los bosques de macroalgas a nivel mundial se han reducido y Santa Cruz, junto a Tierra del Fuego, tienen los últimos bosques vírgenes de todo el planeta. En este sentido, la importancia ecosistémica y ambiental que tiene el Parque Interjurisdiccional Marino Isla Pingüino, a la hora de conservar las algas y su diversidad marina, adquiere una relevancia destacada a nivel mundial. 

Aunque la colonia de pingüinos de penacho amarillo se encuentra en constante aumento, también es una especie amenazada, principalmente por el cambio climático. “La alteración de las temperaturas, el aumento de las mismas a nivel global, afecta de manera indirecta y también de forma directa: cuando eclosiona el huevo y están sin su plumaje definitivo para iniciar la temporada de alimentación invernal, las altas temperaturas generan mucha mortandad. Afortunadamente, el éxito reproductivo de la especie, todavía es ascendente”.


Actualmente, detalla, son alrededor de 1.600 las parejas que llegan a la Isla Pingüino para reproducirse: “Los pingüinos de penacho amarillo no son una especie que migre tan al norte como el pingüino de Magallanes, sino que se encuentra distribuida de manera más local. Se juntan con las poblaciones de la zona de la Isla de los Estados y las Malvinas. Una vez que abandonan las colonias reproductivas, se dirigen mar adentro para alimentarse, preparándose para la próxima temporada, llegando a tocar tierra nuevamente en los meses de octubre-noviembre”. El momento de la vida acuática les brinda a los pingüinos de penacho amarillo unas merecidas vacaciones de invierno, fundamentales para recargar alimento y energía, de cara a la siguiente temporada reproductiva.

Daniella Mancilla Provoste

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