Una nueva propuesta para los senderistas más exigentes se suma a la red del Parque Patagonia. Su nombre celebra a una de las personas que más hizo porque se conozca una región que combina una naturaleza singular y una historia que atrae a miles de visitantes por año.
Corría 1964 y el topógrafo y arqueólogo Carlos J. Gradin (1918-2002) iniciaba sus primeras exploraciones en el noroeste santacruceño. El viento rozando las salientes del cañadón del río Pinturas fueron la banda de sonido de sus incansables peregrinaciones hacia la Cueva de las Manos. Sus investigaciones científicas, junto a los arqueólogos Carlos Aschero y Ana María Aguerre, se extendieron por varios años y hoy siguen siendo referencia para entender qué intentan contarnos esas enigmáticas representaciones.
Esa zona que trajinaron aquellos primitivos habitantes y quienes siguieron sus pasos, hoy es un área protegida de uso público que permite descubrir la vida silvestre y los paisajes de la estepa patagónica. Desde el Portal Cañadón Pinturas, en el corazón del Parque Patagonia, se pueden planificar recorridos por el circuito de senderos, áreas de acampe, miradores, y el sitio arqueológico y Parque Provincial Cueva de las Manos, Patrimonio Cultural de la Humanidad designado por la Unesco.
Fue así que el nombre para un nuevo circuito de sendas se “caía de maduro”. Sus 12 km llevan el nombre del arqueólogo que más hizo para entender qué pasaba en la región hace unos 9000 años. La “Huella de Gradin” cruza el río Pinturas varias veces, continúa por el cañadón con espectaculares formaciones rocosas, bordea el cerro Amarillo y la meseta de Sumich: ¿Qué mejor homenaje?
Desde el Centro de Informes del Portal, ubicado sobre la RN 40, a mitad de camino entre las localidades de Bajo Caracoles y Perito Moreno, se accede a una red de senderos ideales para el avistaje de fauna y para recorrer los cañadones donde los primeros habitantes plasmaron su arte.
Para llegar al sendero La Huella de Gradin, se deja el vehículo en el estacionamiento del sendero La Guanaca, por el cual se recorre un breve tramo hasta llegar a la cabecera de senda.
“Es un recorrido circular que puede hacerse en un sentido u otro, y su extensión lo hace atractivo para quienes practican el senderismo de media y alta dificultad. Se puede completar en un día, o acampar a mitad de camino en el área de acampe agreste La Confluencia, ubicada en la intersección de los cañadones Caracoles y Río Pinturas” explica Mariano Nostro, coordinador de sendas e infraestructura en el Parque Patagonia.
El recorrido completo resulta de la combinación de varios senderos: La Guanaca, Huella de Gradin, Puesto de Piedra, Bajada de Los Toldos y Los Balcones.
Su extensión permite disfrutar de gran variedad de paisajes: el borde sur-sudoeste de la meseta Sumich, un valle lunar, un pequeño cañadón que baja al río Pinturas, el vadeo del río Pinturas, la posibilidad de acceder al sitio Cueva de las Manos y de caminar los senderos Bajada de Los Toldos y Los Balcones, con increíbles vistas del cañadón Río Pinturas. “Al río Pinturas se lo cruza unas cinco veces por unos pasos de piedra que colocamos a mano”, resalta Mariano.
Los trabajos para concretar esta nueva propuesta comenzaron en enero de este año y terminaron en mayo. “Estamos muy felices de poder ofrecer una nueva alternativa de disfrute para esta temporada. Felices y ansiosos para conocer las vivencias de quienes se le animen. Es fundamental para seguir mejorando” agrega Mariano.
Desde La Huella de Gradin es posible acceder al Parque Provincial Cueva de las Manos subiendo por el Cañadón.
Los experimentados ya lo saben. Calzado acorde, una mochila cómoda, recipientes para el agua, gafas para evitar las malas pasadas del viento, y el protector solar de rigor es el material básico para salir a explorar la naturaleza.
Gradin escribió en su libro ‘Recuerdos del Río Pinturas’: “Yo caminaba por el cañadón del Río Pinturas, entristecido de pensar que la experiencia del viaje llegaba a su fin… No llores, dije, me voy, pero volveré… algún día y me quedaré para siempre en el Río Pinturas…”
Sus innumerables caminatas por estas tierras llenas de historia tienen ahora un humilde reconocimiento. Solo queda animarse y recorrerlas para sentir y disfrutar una parte de todo aquello que Gradin amaba.
Daniella Mancilla Provoste