Durante los próximos días se llevará adelante, en Ciudad Autónoma de Buenos Aires, la Cumbre del G20 en la que estarán presentes los máximos mandatarios de los países y regiones que integran el grupo. Ya se difundió el encuentro bilateral que tendrán Mauricio Macri y Theresa May (premier británica) en ese marco. Uno de los temas en agenda es la “Cuestión Malvinas”, pero el contexto de ese diálogo se presenta desalentador para el histórico reclamo de Argentina por la soberanía sobre la Perla Austral.

Dos hechos que tuvieron lugar esta semana pusieron en alerta a Tierra del Fuego AIAS. Por un lado, la venta de las Isla Borbón que forma parte del archipiélago de las Islas Malvinas motivó al Secretario Oficial de Representación por la Cuestión Malvinas de la Provincia, Jorge Arguëllo, a enviar una misiva a Cancillería, exhortando al Gobierno Nacional a que presente el “reclamo formal a fin de no consentir acciones que puedan poner en peligro la posición jurídica y salvaguardar los legítimos e irrevocables derechos de nuestro país y nuestra provincia sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sandwich del Sur y espacios marítimos circundantes”.

Argüello aclaró, sobre este punto, que “la eventual venta de esta isla como tal es una operación entre privados que en nada afecta la soberanía argentina sobre las Malvinas”, sin embargo consideró en declaraciones a FM Centro que “teniendo en cuenta el particular estatus que tiene el ilegítimo gobierno de las Islas, la operación se convierte en un acto llevado adelante por el gobierno británico –y no el ilegítimo gobierno isleño- sobre un territorio argentino”. Esto derivó en un encuentro con los funcionarios nacionales en el que se esgrimieron los planteos de la Provincia.

El otro hecho que se conoció esta semana tiene que ver con las noticias nacionales que dan cuenta de la concreción de un vuelo semanal -a través de la aerolínea LATAM- que conectará San Pablo (Brasil), con las Malvinas y tendrá una escala mensual en Córdoba. Para Argüello, este tipo de acciones “sólo tienden a consolidar la ilegítima presencia británica en nuestras Islas”. Este tipo de medidas se enmarcan dentro de la nueva política internacional de Argentina que comenzó en septiembre de 2016 al amparo del acuerdo “Foradori-Duncan”, instrumento absolutamente irregular que carece de ratificación por parte del Congreso Nacional y que ha generado obligaciones al país que el Gobierno Nacional cumple a rajatabla.

El diplomático recordó que “desde el año 2003 la Argentina viene presentando una propuesta para establecer un servicio aéreo regular y directo entre las Islas y el territorio continental argentino que debe ser operado por una empresa aerocomercial Argentina bajo fórmula de soberanía”, pero el gobierno británico rechaza esa iniciativa una y otra vez. Por lo que el funcionario se preguntó: “¿Para qué otorga el Gobierno otorga este vuelo? ¿Qué beneficios obtiene la Argentina?”. A la luz de la evidencia, Argüello se autorespondió: “Esta decisión responde únicamente a las demandas isleñas”.

En este punto, vale la pena mencionar el proceso de desintegración de los bloques geopolíticos como fenómeno mundial; el debilitamiento del Mercosur y la salida de Inglaterra de la Unión Europea, cuya última fase terminará el 29 de marzo de 2019. En ese sentido, el letrado recordó que “un objetivo permanente del gobierno británico es crear vínculos comerciales y de otro tipo con los países vecinos de América del Sur excluyendo a la Argentina, por eso el vuelo es a San Pablo”.

En ese marco, hay que señalar que el 60% de lo que produce el Reino Unido lo coloca en el territorio continental europeo y el 80% de los calamares que se pescan en la zona de Malvinas se comercializan en el mercado europeo sin pagar aranceles, relación que se mantendrá hasta el 29 de marzo. “De ahí surge la necesidad imperiosa del gobierno británico y las autoridades ilegítimas de las Islas de abrir nuevas posibilidades comerciales con países con los que puedan sostener un esquema comercial”.

Entonces, el Brexit también supone un debilitamiento de la posición de Londres sobre las Islas, ya que los países europeos no se verían en la obligación de acompañar su postura sobre las Islas Malvinas, en los organismos internacionales. Sin embargo, para Argüello, el Gobierno Nacional “no ve la realidad internacional o no la quiere ver”.

Luz Scarpati

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